Devoción del día: caer de nuevo en el pecado

Uno vuelve a caer de la debilidad. Nuestra vida y nuestras confesiones son un continuo refrán de propósito y recaídas. ¡Qué humillación para nuestro orgullo! ¡Qué temor deben inspirarnos los juicios divinos! Pero si te comprometes seriamente a vencer esa pasión dominante, a alejarte de ese mal hábito, si te ayudas con la oración, la mortificación, con los sacramentos, y sin embargo retrocedes: no te preocupes: esto está permitido por Dios; seguir luchando. Dios perdonará tu debilidad.

Uno vuelve a caer por negligencia. El dormido quiere y no quiere, levanta la cabeza y vuelve a caer; ... así el tibio, el negligente. Hoy propone y se mantiene firme; pero siempre cuesta mucho luchar; la mortificación, la oración, alejarse de esa ocasión es contrario a la voluntad;… toma algún medio y pronto lo abandona; propone hacerlo mejor mañana, mientras tanto hoy cae. Esta es una negligencia culpable. ¿Crees que el Señor te excusa?

Uno retrocede por su propia voluntad. Esto es lo que les pasa a los que permanecen en medio de los peligros, a los que confían en la propia fuerza, a los que prefieren desahogar su pasión que a agradar a Dios, a los que no practican los medios que sugiere la prudencia aunque tengan dificultad, a los que proponen, pero está convencido de que no puede mantenerse ... ¡Infeliz! demasiado tarde se dará cuenta de que la culpa es suya. Piense en ello y cambie su vida.

PRÁCTICA. - Recitar tres Pater, Ave y Gloria a todos los Santos para obtener perseverancia