Devoción de hoy: las oraciones del 14 de diciembre de 2020

orador del Señor
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Ven a tu reino; Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos transgreden. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.

Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por los siglos de los siglos.

Amén.
Una oración de Adviento
Dios, concédeme la gracia de ser paciente y estar alerta para vigilar, esperar y escuchar atentamente, para que no extrañe a Cristo cuando toque a mi puerta. Elimina todo lo que me impide recibir los dones que trae el Salvador: gozo, paz, justicia, misericordia y amor. Y siempre permítanme recordar que estos son regalos que se reciben solo al dar; déjame recordar, durante esta temporada y durante todo el año, a los oprimidos, a los oprimidos, a los marginados, a los prisioneros, a los débiles y a los indefensos, con mis oraciones y con mis bienes.

En el nombre de Cristo oro

Amén.
Oración por el poder del Espíritu Santo
Espíritu Santo, desciende en abundancia a mi corazón. Ilumina los rincones oscuros de esta mansión abandonada y esparce tus alegres rayos.

Respira en mí, oh Espíritu Santo, para que todos mis pensamientos sean santos.
Actúa en mí, oh Espíritu Santo, para que también mi obra sea santa.
Dibuja mi corazón, oh Espíritu Santo, que amo pero que es santo.
Fortaleceme, Espíritu Santo, para defender todo lo santo.
Guárdame, pues, oh Espíritu Santo, para que pueda ser siempre santo.

Amén.
de (San Agustín de Hipona, 398 d.C.

Para los que necesitan fuerza
Oro, Señor, por todos los que necesitarán fuerza y ​​valor en el día venidero: por aquellos que enfrentan el peligro. Para los que se arriesgan por los demás. Para aquellos que tienen que tomar una decisión importante hoy. Para personas gravemente enfermas. Para quienes enfrentan persecución o tortura. Te pido, Señor, que les des el poder de tu Espíritu,

Amén.
Meditación
[Para que el Espíritu Santo pueda actuar en mí para que mi obra sea santa.]

Alabanza final
Ahora al Rey eterno, inmortal e invisible, al único Dios sabio, sea honor y gloria por los siglos de los siglos.

Amén.
Piense en el día que viene en términos de Dios con usted y visualice la salud, la fuerza, la guía, la pureza, la confianza tranquila y la victoria como dones de Su presencia