Devoción: ser humilde como Nuestra Señora

EL ALMA HUMILDE, CON MARIA INMACULADA

1. La más profunda humildad de María. El orgullo tan arraigado en la naturaleza mimada del hombre no podría brotar en el Corazón de María Inmaculada. María, criada por encima de todas las criaturas, Reina de los Ángeles, Madre del mismo Dios, entendió su grandeza, confesó que el Todopoderoso había hecho grandes cosas en Ella, pero, reconociéndola como un regalo de Dios, y refiriéndose a Él toda la gloria, no se dijo nada más que la sierva del Señor, siempre dispuesta a hacer su voluntad: Fiat.

2. Nuestro orgullo. ¡Al pie de la Inmaculada Concepción, reconoce tu orgullo! ¿Cómo te estimas a ti mismo? ¿Que piensas de ti mismo? ¡Qué gloria, qué vanidad, qué orgullo hablar, trabajar! ¡Cuánto orgullo por los pensamientos, juicios, desprecio y críticas de los demás! ¡Qué arrogancia al tratar con los superiores, qué dureza con los inferiores! ¿No crees que el orgullo crece con el paso de los años? ...

3. El alma humilde, con María. ¡La Virgen era muy grande y se consideraba tan pequeña! Nosotros, gusanos de la tierra, nosotros, tan débiles para hacer el bien y tan rápidos para cometer pecados: ¿seremos nosotros, cargados con tantos defectos, no nos humillaremos? 1 ° Mantengámonos en guardia contra los asaltos de la vanidad, el amor propio, contra el deseo de aparecer, de alabar a los demás, de sobresalir. 2 ° Nos encanta vivir humildes, escondidos, desconocidos. 3 ° Nos encantan las humillaciones, las mortificaciones, de donde vengan. Hoy es el comienzo de una vida humilde con María,

PRÁCTICA. - Recita nueve Avemarías por humildad.