Devoción práctica para hacer hoy 26 de julio

ANA

1. Adorémosla. Todo lo que toca más de cerca a Jesús y María recuerda una veneración particular. Si las reliquias de los santos más fervientes de Jesús y María son preciosas, la Madre de María lo es mucho más. ¡Qué alegría podemos llevar al Corazón de María honrando a su Madre, a quien ella, Niña, honró tanto, a quien obedeció, de quien, después de Dios, aprendió los primeros pasos hacia la virtud! Tengamos a la querida Santa Ana, recemosle, confiemos en ella.

2. Imitémoslo. La historia no nos recuerda nada extraordinario en S. Anna. Por tanto, siguió el camino de la santidad común, se santificó en la observancia exacta de los deberes de su estado, cumpliendo todo con Dios y por Dios, no buscando el aplauso, la admiración, la mirada de los hombres, sino la mirada. La aprobación de Dios Este tipo de santidad es fácil para nosotros. Imitemos su exactitud en todas las obligaciones de nuestro estado.

3. Perseveramos en santificarnos. No estamos solos en tener que sufrir: todos los santos sufrieron más que nosotros: el sacrificio es la verdadera puerta del Cielo. Además de los sufrimientos diarios, Santa Ana, ¡cuánto no tuvo que sufrir por la esterilidad de tantos años antes de obtener a María, y por tener que privarse de ella, cuando María tenía tres años, para cumplir el voto! Aprendemos de su perseverancia en el bien a toda costa, resignación, espíritu de sacrificio.

PRÁCTICA. - Recitar tres Avemarías en honor a Santa Ana y pedir la gracia de poder convertirse en santa.