Devoción práctica del día: hacer buen uso de la palabra

Nos fue dado para rezar. No solo el corazón y el espíritu deben adorar a Dios, también el cuerpo debe unirse para dar gloria a su Señor. El lenguaje es el instrumento para elevar el himno de amor y confianza a Dios. Por tanto, la oración vocal acompañada de la atención del corazón es el nudo de unión del alma y el cuerpo para adorar, bendecir y agradecer a Dios creador de ambos. Piénsalo: la lengua no te fue dada solo para hablar, no para pecar, sino para orar ... ¿Qué estás haciendo?

No había fecha para dañar a otros. La lengua habla como el corazón lo dicta; con él debemos manifestar las virtudes del alma y podemos atraer a otros al bien. Por tanto, no uses la lengua para engañar a los demás con mentiras, ni para escandalizarlos con palabras inmodestas, con detracciones, con murmuraciones, ni para ofenderlos con insultos, con palabras ásperas o hirientes, ni para irritarlos con palabras duras, es abuso, no buen uso del idioma. Sin embargo, ¿quién no es culpable de ello?

Nos fue dado para nuestro propio beneficio y el de los demás. Con la lengua debemos acusar nuestros pecados, pedir consejo, buscar instrucción espiritual para la salvación del alma. En beneficio de los demás, la mayoría de las obras de caridad espiritual se realizan con la lengua; con ella podemos corregir a los que cometen errores y exhortar a otros a hacer el bien. Sin embargo, ¡cuántas veces trabaja para arruinarnos a nosotros y a otros! ¿Qué te dice tu conciencia?

PRÁCTICA. - Evite palabras innecesarias; hoy haz el bien con tu palabra