Devoción práctica del día: el mérito de rezar bien el Padre Nuestro

Fluyó del Corazón de Dios Considere la bondad de Jesús que quiso, él mismo, enseñarnos a orar, casi dictando la petición que se presentaría al Rey del Cielo. ¿Quién mejor que Él podría enseñarnos cómo tocar el corazón de Dios? Recitando el Padre, que nos dio Jesús, que es el objeto de los placeres del Padre, es imposible no ser escuchado. Pero más: Jesús se une a nosotros desde. abogar cuando oramos; por tanto, la oración está segura de su efecto. ¿Y te parece demasiado común recitar el Pater?

Alabado sea esta oración. Debemos pedirle a Dios dos cosas: 1 ° líbranos del verdadero mal; 2 ° danos el verdadero bien; con el Pater le preguntas a ambos. Pero el primer bien es el de Dios, es decir, su honor, su glorificación extrínseca; para esto proporcionamos las palabras Santificado sea Tu Nombre. Nuestro primer bien, es el bien celestial, y decimos Venga Tu Reino; el segundo es el espiritual, y decimos que se haga tu voluntad; el tercero es la tormenta, y pedimos el pan de cada día. ¡Cuántas cosas abraza en un poquito!

Estimación y uso de esta oración. Las otras oraciones no deben ser despreciadas, pero tampoco debemos estar locamente enamorados de ellas; el Pater en su concisa belleza los supera a todos, como el mar supera a todos los ríos; de hecho, dice San Agustín, todas las oraciones deben reducirse a esto, si son buenas, ya que contiene todo lo que hace por nosotros. ¿Lo recitas con devoción?

PRÁCTICA. - Recitar cinco Pater a Jesús con especial atención; piensa en lo que preguntas