Devoción práctica del día: perseverancia en la oración

La perseverancia conquista todos los corazones. La perseverancia se llama la más difícil de las virtudes y la más grande de las gracias terrenales. Para bien y para mal, quien dure gana. El diablo persevera en tentarnos día y noche, y lamentablemente lo vence. Si una pasión te mantiene constante, después de diez años de lucha, es raro que no te rindas. ¿Podrás resistirte a quienes perseveran en pedirte algo? La perseverancia siempre gana.

De Dios triunfa la perseverancia, Dios mismo nos lo hizo saber con la parábola de la jueza injusta, que para poner fin al acoso perseverante de las mujeres, se entregó para hacerle justicia; con la parábola del amigo que llama a la medianoche en busca de tres panes, y los obtiene con perseverancia pidiendo; y la cananea a fuerza de clamar constantemente por misericordia de Jesús, ¿no fue escuchada? Hazlo como el mendigo: que no se cansa de pedir, y se concede.

¿Por qué Dios se demora en consolarnos? Prometió escucharnos, pero no dijo ni hoy ni mañana: su medida es la mejor para nosotros y su mayor gloria; por eso no te canses, no digas que es inútil rezar más, no guardes silencio Dios casi sordo y sin importarle ...; solo di que no es lo mejor. Dios se demoró en concedernos, dice San Agustín, encender nuestros deseos, obligarnos a rezar más y consolarnos después con la abundancia de sus dones. Prometa ser persistente en sus oraciones, incluso cuando no sean respondidas.

PRÁCTICA. - En el Nombre y para el Corazón de Jesús, pide una gracia particular hoy.