Devoción práctica de hoy: haz lo que Dios quiere

LA VOLUNTAD DE DIOS

1. Haz lo que Dios quiere. La voluntad de Dios, si es un deber del cual es imposible escapar, es tanto la regla como la medida de nuestra perfección. La santidad no consiste solo en orar, ayunar, luchar, convertir almas, sino en hacer la voluntad de Dios. Sin ella, las mejores obras se vuelven desreguladas y pecaminosas; con ella, las obras más indiferentes se transforman en virtud. La obediencia a la ley de Dios, a los impulsos de la gracia, a los superiores, es la señal de que lo que Dios quiere está hecho. Ten eso en mente.

2. Actúa como Dios quiere. Hacer el bien sin una posible perfección es hacer el bien. Aprendemos a hacer el bien; Primero en el tiempo que Dios quiere. Todo tiene su tiempo, dice el Espíritu Santo; revertirlo es oponerse a Dios; 1do en el lugar donde Dios quiere. No te quedes en la iglesia cuando tengas que estar en casa; no te quedes en el mundo cuando Dios te llama a la vida perfecta; 2 ° con precisión y fervor, porque el negligente está maldito.

3. Haz el bien porque Dios lo quiere. No el capricho, el interés, la ambición, deben guiarnos para operar, sino la voluntad de Dios, como un fin único y principal. Operar por afecto natural es actuar como un hombre; operar por una razón razonable es de un filósofo; trabajar para hacer la voluntad de Dios es cristiano; trabajar únicamente para agradar a Dios es santo. ¿En qué estado estás? ¿Cómo buscas la voluntad de Dios?

PRÁCTICA. - Señor, enséñame a hacer tu voluntad. Aprende a decir: paciencia, Dios lo quiere así