Devoción práctica: imitamos a los ángeles

La voluntad de Dios en el cielo. Si contemplas el cielo material, el sol, las estrellas con sus movimientos iguales y constantes, esto solo te bastaría para enseñarte con qué exactitud y perseverancia debes cumplir la voluntad y las órdenes de Dios. Entras a trompicones: pasas un día de santo, y el otro como pecador; hoy todo fervor, mañana tibio; hoy diligencia, mañana desorden. Si esa es tu vida, debes sentirte avergonzado de ti mismo. Mira el sol: aprende la constancia en el servicio divino

La voluntad de Dios en el cielo. ¿Cuál es la ocupación de los santos? Hacen la voluntad de Dios, su voluntad se transforma tanto en la de Dios que ya no se distingue. Felices con su propio disfrute, no envidian a los demás, de hecho, ni siquiera pueden desearlo, porque Dios así lo quiere. Ya no la propia voluntad, sino sólo lo divino triunfa allá arriba; luego la tranquilidad, la paz, la armonía, la felicidad del paraíso. ¿Por qué tu corazón no tiene paz aquí abajo? Porque en ella radica la voluntad egoísta de uno.

Imitemos a los Ángeles. Si en la tierra la voluntad de Dios no se puede cumplir perfectamente como en el Cielo, al menos tratemos de acercarnos; es el mismo Dios quien se lo merece. Los Ángeles lo realizan sin dudarlo, con mucha prontitud. ¿Y tú con cuánta repugnancia lo haces?… ¿Cuántas veces traspasas las órdenes de Dios y de los superiores? Los Ángeles lo hacen por puro amor a Dios, ¡y ustedes lo hacen por vanagloria, por capricho, por interés!

PRÁCTICA. - Sé muy obediente hoy a Dios y a los hombres, por el amor de Dios; recita tres Angele Dei.