Devoción diaria: comienza a elevarte nuevamente con tu Salvador

Nueva vida está sucediendo. Mira aparecer las flores. Escucha. Es la temporada de canto. No mires atrás. No es a donde vas. Con Jesús, te levantas.

Levántate con tu salvador
¿Por qué buscas a los vivos entre los muertos? Lucas 24: 5 (NKJV)

La resurrección lo es todo, ¿no? Es una metáfora de toda la vida cristiana. Sin ella, lo que está muerto solo está muerto. Encima. Terminado. Enterrado para siempre No hay esperanza de que nazca una nueva vida. Pero en Jesús tenemos la promesa de que la muerte no es la última palabra en nuestras historias, no solo en un sentido eterno sino todos los días. En accidentes, en decisiones equivocadas, en decepciones, en las otras mil muertes que conforman una vida.

La peor muerte de este tipo que he sufrido es la muerte de una relación. Ahora es demasiado doloroso incluso escribir los detalles. Pero alguien a quien amaba y en quien confiaba de todo corazón rompió esa confianza. Y a su vez, me rompió. Es como si estuvieras aplastado en partículas de polvo. Tomó años volver a armar las piezas. Y lo que descubrí es que a veces, cuando rompes y vuelves a estar juntos, no vuelves a tu antigua vida. Al menos no de la misma manera que alguna vez fue. Es como verter vino nuevo en odres viejos. Simplemente no funciona.

El problema para mí es que amaba mi antigua vida. Me quedaba perfectamente. Y así, la tentación incluso ahora es mirar hacia atrás y desear lo que era. Para tratar de encontrar lo que una vez tuve. Porque el camino a seguir es desconocido. Cómo comenzar de nuevo, parece más difícil.

Ahí es cuando escucho la voz del ángel: ¿por qué buscas a los vivos entre los muertos? No lo encontrarás. Esa cosa ha terminado. Terminado. Fuimos. ¿Pero ves aquí? ¿Dónde estás? Nueva vida está sucediendo. Mira aparecer las flores. Escucha. Es la temporada de canto. No mires atrás. No es a donde vas. Con Jesús, te levantas.

¿Sabes esa muerte, pérdida o fracaso que no puedes superar? Es hora de esparcir las cenizas en el viento. No los guardes más tiempo. Es hora de comenzar a resucitar con su Salvador vivo.