Devoción: una hermosa oración de acción de gracias

Enseñaré a los malvados tus caminos y los malvados volverán a ti. Líbrame de la culpa de sangre, oh Dios, Dios de mi salvación; mi lengua se regocijará en tu justicia. Señor, abrirás mis labios y mi boca proclamará tu alabanza. Porque si hubieras deseado el sacrificio, yo lo habría dado; con holocaustos no te saciarás. Un sacrificio a Dios es un espíritu quebrantado; Dios no despreciará un corazón quebrantado y humillado.

Haz bien, oh Señor, en tu complacencia en Sion, y edifique los muros de Jerusalén. Entonces te complacerás con un sacrificio de justicia, oblaciones y holocaustos. Entonces ofrecerán becerros en tu altar. Al levantarme del sueño, te doy gracias, Santísima Trinidad, porque por tu gran bondad y paciencia no te enojaste conmigo, holgazán y pecador, ni me destruiste en mis pecados, sino que mostraste tu amor de siempre para mi. 

Y cuando estaba postrado en la desesperación, me levantaste para glorificarlo con tu poder. ilumina ahora los ojos de mi mente, abre mi boca para estudiar tus palabras y comprender tus mandamientos. Para hacer tu voluntad y cantarte con sincera adoración y alabar tu santísimo nombre, padre e hijo y espíritu santo.

Oh santo ángel, que guardas mi alma infeliz y mi vida apasionada, no me abandones, pecador, ni me apartes por mi incontinencia. No dejes espacio para que el enemigo maligno me abrume con la fuerza de este cuerpo mortal. Fortalece mi mano débil y débil y ponme en el camino de la salvación.

Sí, oh santo ángel de dios, guardián y protector de mi miserable alma y cuerpo, perdóname todo lo que te he ofendido durante todos los días de mi vida, y también lo que hice anoche. Protégeme durante este día y protégeme de toda tentación del enemigo, para que no pueda enojar a Dios con ningún pecado. Ruega al Señor por mí, para que me confirme en su temor y me muestre un siervo digno de su bondad. amén.