Divina Misericordia: reflejo del 13 de abril de 2020

La oración es esencial para nuestro camino cristiano. Cuando oras, es bueno hablar desde el corazón, derramar tu alma a Dios. Pero la oración también debe seguir tu fe y todo lo que sabes sobre Dios. Debe reflejar tu verdadero conocimiento de Dios e invocar Su Misericordia. La Coronilla de la Divina Misericordia es una de estas oraciones que refleja perfectamente tu fe en la Misericordia de Dios (ver Diario n. 475-476).

Rezas ¿Rezas todos los días? ¿Tu oración se centra en la fe y la verdad, permitiéndote invocar continuamente la Misericordia de Dios? Si no rezas a la Coronilla de la Divina Misericordia, pruébalo todos los días durante una semana. Sé fiel y confía en la fe revelada en las palabras habladas. Verás las puertas de la Misericordia abiertas si te comprometes a esta oración.

Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amado Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, en expiación por nuestros pecados y los del mundo entero. Por su dolorosa pasión, ten piedad de nosotros y del mundo entero. Jesús, creo en ti.