Divina Misericordia: reflejo del 1 de abril de 2020

A menudo, nuestros días están llenos de actividad. Las familias a menudo están ocupadas por un evento u otro. Las tareas y el trabajo pueden acumularse y podemos descubrir, al final del día, que teníamos poco tiempo para rezar a Dios en soledad. Pero la soledad y la oración a veces pueden suceder durante nuestro día ocupado. Aunque es importante buscar momentos en los que podamos estar a solas con Dios, prestándole toda nuestra atención, también debemos buscar oportunidades para orar, internamente, en medio de nuestra vida ocupada (Ver Diario no. 401).

¿Le parece que su vida está llena de actividades? ¿Le parece que a menudo está demasiado ocupado para huir y rezar? Si bien esto no es ideal, puede resolverse buscando oportunidades en su negocio. Durante un evento escolar, mientras conducimos, cocinamos o limpiamos, siempre tenemos la oportunidad de elevar nuestras mentes y corazones a Dios en oración. Recuerde hoy que puede orar durante la mayoría de las horas del día. Orar constantemente de esta manera puede proporcionar la soledad que tan desesperadamente necesitas.

Señor, deseo estar en tu presencia todo el día. Deseo verte y amarte siempre. Ayúdame a rezarte, en medio de mi negocio, para que siempre pueda estar en tu compañía. Jesús, creo en ti.