El ángel guardián y el juicio universal. El papel de los angeles

Esta visión de San Juan Apóstol nos hace comprender de alguna manera lo que sucederá en el fin del mundo, es decir, la gran tribulación en la tierra. Jesucristo dice: "Habrá tantos dolores que nunca se han visto desde que se hizo el mundo y si Dios no acortara esos días, los buenos también se desesperarían".

Cuando todos los hombres hayan muerto debido a guerras, hambre, pestilencias, terremotos, el vertido del mar sobre la tierra y el fuego que descenderá desde arriba, entonces los Ángeles tocarán una trompeta arcana a los cuatro vientos y todos los muertos se levantarán. . Dios, que creó el universo de la nada, con un acto de su omnipotencia hará que todos los cuerpos humanos se recompongan, haciendo que todas las almas salgan del cielo y del infierno, que se unirán a sus cuerpos. Quien se salve será brillante, brillando como el sol en el firmamento; quien sea condenado, será como una brasa del infierno.

Una vez que haya tenido lugar la resurrección universal, toda la humanidad se organizará en dos filas, una de los justos y la otra de los reprobados. ¿Quién hará esta separación? Jesucristo dice: «Enviaré a mis ángeles y separarán lo bueno de lo malo ... cómo el granjero separa el trigo de la paja en la era, cómo el pastor separa los corderos de los niños y cómo el pescador pone el buen pescado en las macetas y tira la basura. chicos malos ".

Los Ángeles llevarán a cabo su tarea con la máxima precisión y velocidad.

Cuando las dos huestes estén en orden, la señal de la redención aparecerá en el cielo, es decir, la Cruz; a esa vista todos los pueblos llorarán Los condenados llamarán a las montañas para aplastarlos, mientras que los buenos esperarán la aparición del Juez Supremo.

¡Aquí aparece Jesucristo, el gran Rey, en la majestad de su gloria, rodeado de todos los Ángeles del Paraíso! ¿Quién puede describir esta escena? La santa humanidad de Jesús, fuente de luz eterna, iluminará a todos.

¡Ven, Jesús dirá a los buenos, o benditos de mi Padre, que posean el reino que ha sido preparado para ti desde la constitución del mundo! ... Y a ti, él dirá a los malos, vete o malditos, en el fuego eterno, preparado para Satanás y su seguidores! »»

Los malvados, como ovejas destinadas a la matanza, roídos por el remordimiento y la ira, se apresurarán al horno de fuego, para nunca volver a irse.

Los buenos, resplandecientes como estrellas, que se elevan hacia arriba, volarán al Cielo, mientras que los Ángeles festivos los recibirán en los tabernáculos eternos.

Este será el epílogo de la generación humana.

Conclusión

¡Honremos a los Ángeles! ¡Escuchemos la voz! ¡Invocamos a menudo! ¡Vivimos dignamente en su presencia! Si somos sus amigos durante la peregrinación de esta vida, algún día, en la eternidad, seremos sus fieles compañeros. Uniremos nuestras alabanzas para siempre con las de los Ángeles y en un abismo de felicidad repetiremos: «¡Santo, Santo, Santo, es el Señor, el Dios del universo! ».

Es recomendable, semanalmente, en un día fijo, comunicarse en honor de su Ángel Guardián, o realizar algún otro acto de respeto.