El milagro de la multiplicación del alimento de Madre Esperanza

Beata Madre Esperanza de Jesús es una figura muy querida y venerada en la Iglesia Católica. Nacida en Italia en 1893, la Beata Madre Speranza fue una religiosa que dedicó su vida al servicio de los más pobres y marginados de la sociedad. Su actividad estuvo marcada por numerosos hechos milagrosos, en los que demostró su fe en Dios y su capacidad para ayudar a los demás.

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Madre Esperanza tuvo su primera visión de soles 12 años cuando vio a la Madre Teresa del Niño Jesús invitándola a esparcir el amor por el mundo. Su camino comenzó en ese momento y en 1930 fundó la Siervas del Amor Misericordioso.

La multiplicación de los alimentos.

El místico fue protagonista de muchos hechos milagrosos. Uno de estos ocurrió cuando Speranza era todavía uno. joven monja. Estaba en un pequeño pueblo de Italia, donde había organizado una reunión con los residentes locales para hablar sobre la fe y la esperanza en Dios. 500 personas aproximadamente, pero después de unas horas, la gente comenzó a quejarse de que tenían fama y que no has comido nada durante el día.

Speranza quedó impactado por la situación y comenzó a rezar para encontrar una solución. Entonces se dio cuenta de que uno de los presentes había traído algunos con él. panes y algo de pescado, que había ofrecido a sus amigos para la cena. Speranza se acercó al hombre y le rogó que donara la poca comida para alimentar a los demás participantes.

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El hombre aceptó y Speranza hizo una signo milagroso de la cruz sobre los panes y los peces, luego pidió a los presentes que se sentaran a orar. Cuando terminó la oración, Speranza ordenó a sus asistentes que comenzaran a distribuir la comida. Mientras lo hacían, notaron que la comida nunca se acababa y que la cantidad aumentaba más y más a medida que se distribuía.

lluvia de dinero

Otro episodio trae de vuelta a su Santuario de Collevalenza, encargado por el mismo Jesús El trabajo para la realización requirió dinero que Madre Esperanza no tenía. Un día sucedió que el informante recurrió a ella para obtener los salarios de los trabajadores. Madre Esperanza no tenía dinero para pagar y decidió volverse a Jesús y a invocar su ayuda. En ese momento ocurrió el milagro. Una montaña de fajos de dinero comenzó a llover del cielo. Madre Speranza los recogió en su delantal y se los llevó a los trabajadores.

Cuando contaron el dinero juntos, encontraron que el total era exactamente la cantidad necesaria para final la construcción del santuario.