Ganó el tumor, pero la sonrisa del pequeño Francesco Tortorelli nunca morirá

La sonrisa de Francesco, su alegría y sus ganas de vivir quedarán grabadas para siempre en el corazón de todas las personas que han tenido la suerte de conocerle. Se suponía que este dulce niño tendría 10 años, pero no podrá cruzar esa línea de meta.

bambino

Cuatro años después del descubrimiento de su enfermedad, un tumor, el angelito ha volado al cielo. La madre Sonia Negrisolo y el padre José Tortorelli, son destruidos por el dolor.

Su funerale se celebró el 28 de febrero en la parroquia de Casalserugo. En este triste día, la madre y el padre querían hacer una gran fiesta, tal como lo hubiera querido su hijo. Francisco amaba la alegría, dio alegría y esperanza y si pudiera sin duda lo habría celebrado junto a todos sus seres queridos.

Francesco el niño de otros tiempos

Francesco cursó el 4º grado de laInstituto Aldo Moro de San Giacomo en Albignasego. A pesar de la enfermedad supo sonreír y fue él quien dio fuerzas a sus compañeros y animó a los profesores. El niño amaba la vida y tenía la soñar para convertirme en escritor. Era un pequeño fanático de la Juventus y quería convertirse en portero.

Su bebida favorito era el jugo de naranja con miel y su alimentos los favoritos eran el salami y el gorgonzola.

Puttino

El padre y la madre se cierran en silencio pero dejan que los profesores le digan a su Francesco. Los profesores recuerdan al niño como el maestro, el pegamento de la clase, una fuente de alegría y serenidad. Un hijo del pasado, el que entra en tu corazón y se queda allí para siempre.

Francesco tuvo la suerte en su corta vida de tener a su lado a 2 padres maravillosos que lo acompañaron en su viaje y amato con todo mi corazón. La muerte puede arrebatar un cuerpo, pero jamás arrebatará el recuerdo guardado en el corazón.