Extraordinario episodio ocurrido en Caivano, dice Don Maurizio: "el niño se queda contemplando la Eucaristía"

Hoy queremos contaros un episodio que da testimonio de la inocencia y la pureza del corazón de los niños. En la parroquia de "San Paolo Apostolo" en Caivano, Nápoles, se produjo un episodio extraordinario durante la misa dominical, a la hora deeucaristía. Lo cuenta el sacerdote don Maurizio Patriciello a través de una publicación en su página de Facebook.

Comunión

Mientras don Mauricio, celebra misa como siempre, en el momento de la Eucaristía un hombre se le acerca bambino para recibir la comunión. A pesar de su corta edad, el niño quiere participar en este importante momento. El sacerdote se detiene y le muestra elhostia consagrada.

En ese momento le llama la atención mirada clara y profunda que se pierde contemplando la Eucaristía, como si hubiera visto la cosa más bella del mundo. Aunque era muy pequeño no podía entender lo que tenía delante, estaba embelesado.

sus ojos permanecen fijo sobre eso para observar lo que don Maurizio le muestra. Quizas el bambino no sabe que el sacerdote tiene muchas hostias y que no cambiaría nada si le diera una. Sin embargo, entiende que hay algo más grande y al mismo tiempo, que hermosa frente a el.

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crédito: foto: Facebook / Don Maurizio Patriciello

El asombro del niño y su mirada fija en la Eucaristía

Don Maurizio y el niño se quedan en silenzio durante bastante tiempo, mientras los fieles vienen y quedan fascinados al observarlos. Alguien toma una foto de este momento único. Aunque muchos puedan definir la foto como íntima o personal, Don Maurizio decidió compartirla en su página de Facebook con todos nosotros.

El sacerdote en el post concluye con una oración en la que finalmente pide al Dios La mirada inocente de los niños. Esta es una invitación para que cada uno de nosotros tenga un corazón puro y una mirada inocente como la de los niños, que logran permanecer encantado frente a algo cuyo significado ni siquiera pueden entender. De hecho, con demasiada frecuencia nos distraemos problemas y pensamientos que nos empujan a no darle la debida importancia y valor a lo que debería contar, como el momento de la Eucaristía durante la misa.