Ejercicios espirituales: escuchando la voz de Dios

Imagina que estás en una habitación llena de gente con mucho ruido y alguien te susurra desde el otro lado de la habitación. Puede notar que intentan hablar, pero sería difícil escuchar. Esto es muy similar a la Voz de Dios: cuando Dios habla, susurra. Habla suave y silenciosamente y solo aquellos que son verdaderamente recordados durante el día notarán Su Voz y escucharán lo que Él dice. El Señor quiere que eliminemos las muchas distracciones de nuestro día, el ruido constante del mundo y todo lo que ahoga su dulce dominio del amor. Trate de ser recordado silenciando el ruido del mundo y la suave Voz del Señor se volverá cristalina.

¿Escuchas que Dios te habla? Si no, ¿qué te distrae y compite por tu atención? Mira en tu corazón y sabe que la dulce Voz de Dios te habla día y noche. Trate de estar absolutamente atento a su perfecta voz de amor y siga todo lo que le pida. Reflexione sobre su voz no solo hoy, sino siempre. Crea un hábito de atención para que nunca te pierdas una palabra que dice.

ORACIÓN

Señor, te amo con amor ardiente y el deseo de escucharte siempre me habla. Ayúdame a deshacerme de las muchas distracciones de la vida para que nada pueda competir con tu dulce voz. Jesús, creo en ti.

EJERCICIO: CADA DÍA BUSCANDO DIEZ MINUTOS DE BUCEO ESTAMOS AUSENTES DEL MUNDO Y DE TODAS LAS DISTRACCIONES PARA ESTAR SOLOS CON NOSOTROS MISMOS Y ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS MANTENER EL SILENCIO Y DAR VOZ A NUESTRA CONCIENCIA. CADA DÍA DEBEMOS DAR ECHO A LA VOZ DE DIOS DENTRO DE NOSOTROS Y SEGUIR LO QUE ÉL NOS RECOMIENDA PARA EL BIEN DE NUESTRA VIDA ESPIRITUAL.