Ejercicios espirituales: no ver nada en él sino ser digno de Cristo

Es una gracia de Dios vernos como somos. ¿Y qué veremos si nos vemos de esta manera? Veremos nuestra miseria y la nada. Al principio, esto puede no ser tan deseable. Incluso puede parecer contrario a la dignidad que tenemos en Cristo. Pero esa es la clave. Nuestra dignidad está "en Cristo". Sin él, no somos nada. Somos infelicidad y nada solos.

Hoy, no se ofenda ni tenga miedo de reconocer su "nada". Si al principio no le conviene, pídale a Dios por gracia que lo vea como está sin Él. Rápidamente verá que sin nuestro divino Salvador, usted es verdaderamente miserable en todos los sentidos. Este es el punto de partida para una profunda gratitud, ya que te permite lograr más plenamente todo lo que Dios ha hecho por ti. Y cuando veas esto, te alegrarás de que él haya venido a recibirte en esta nada y te haya elevado a la dignidad de su precioso hijo.

ORACIÓN

Señor, puedo ver mi miseria y mi miseria hoy. Puedo entender que sin ti no soy nada. Y en esa comprensión, ayúdame a estar eternamente agradecido por el precioso regalo de ser tu querido hijo en gracia. Jesús, creo en ti.

EJERCICIO: ENTREGAMOS A LA PRESENCIA DE DIOS Y VEA NUESTRA NADA. RECONOCEMOS QUE TODO LO QUE SOMOS Y HEMOS VENIDO DE DIOS Y ES SU REGALO. COMO ACCIÓN PRÁCTICA HOY BUSCAREMOS A LOS POBRES Y CON ÉL DEDICAREMOS CINCO MINUTOS DE NUESTRA EXISTENCIA Y HACEMOS UN TRABAJO DE CARIDAD. DESPUÉS DE QUE RECONOCEMOS QUE NUESTRA DIVERSIDAD CON LOS POBRES SE BASA SOLO EN LA DIFERENCIA DE LOS DONES DISTRIBUIDOS POR DIOS.