Exhortación pastoral del Papa Francisco "conversión y cambio para los ministros de la Iglesia"

En su exhortación apostólica de 2013 "Evangelii gaudium" ("La alegría del Evangelio"), Francisco habló de su sueño de "opción misionera" (n. 27). Para el Papa Francisco, esta "opción" es un nuevo orden de prioridad en la realidad cotidiana del ministerio en la vida de la Iglesia que pasa de una perspectiva de autoconservación a la evangelización.

¿Qué podría significar para nosotros esta opción misionera esta Cuaresma?

El mayor sueño del Papa es que somos una iglesia que no se detiene en la mirada del ombligo. En cambio, imagina una comunidad que "intenta abandonar la actitud petulante que dice:" Siempre lo hemos hecho así "(n. 33). El Papa Francisco observa que esta opción no parece pequeños cambios, como agregar un nuevo programa de ministerio o el cambio en una rutina de oración personal; más bien, con lo que sueña es con un cambio total de opinión y una reorientación de actitud.

Imagínese una conversión pastoral que lo transforma todo desde la raíz, incluidas "costumbres, formas de hacer las cosas, tiempos y horarios, lenguaje y estructuras" para hacer que la iglesia "esté más orientada a la misión, para hacer que la pastoral ordinaria sea más inclusiva e inclusiva. Todos los niveles. . abiertos, para suscitar en los agentes de pastoral un deseo constante de seguir adelante y suscitar así una respuesta positiva de todos aquellos a quienes Jesús llama a la amistad consigo mismo ”(n. 27). La conversión pastoral requiere que cambiemos nuestra mirada de nosotros mismos al mundo necesitado que nos rodea, de los más cercanos a los más lejanos.

Como ministros pastorales, el llamamiento del Papa Francisco La conversión pastoral puede parecer un ejercicio destinado principalmente a cambiar nuestra vida ministerial. Sin embargo, la exhortación del Papa Francisco a transformar todo con una mentalidad centrada en la misión es una invitación no solo a la iglesia, sino un llamado a un cambio radical en nuestras prioridades, intenciones y prácticas para que nos orientemos personalmente hacia la misión. ¿Qué sabiduría encierra este llamado a la conversión pastoral para nuestro camino cuaresmal como ministros pastorales?

En “Evangelii gaudium”, el Papa Francisco señala que una "opción misionera" es aquella que lo transforma todo radicalmente. Lo que recomienda el Papa Francisco no es una solución rápida, sino un proceso global de discernimiento de todo, considerando si realmente conduce a una relación más profunda con Jesucristo.

Una Cuaresma reinventada según la convocatoria de Papa Francisco a la conversión pastoral implica considerar nuestros hábitos y prácticas espirituales actuales, evaluar su fecundidad, antes de agregar nuevas prácticas o restar otras. Después de mirar hacia adentro, la visión del Papa Francisco para la conversión pastoral nos anima a mirar hacia afuera. Nos recuerda: "Está (está) claro que el Evangelio no se trata sólo de nuestra relación personal con Dios" (n. 180).

En otras palabras, el Papa nos llama a hacer un balance de nuestra vida espiritual no solo como un ejercicio en sí mismo, sino a considerar cómo nuestras prácticas y hábitos espirituales nos forman para estar en relación con los demás y con Dios. Nuestras prácticas espirituales nos inspiran y nos preparan para amar y acompañar a otros en nuestra vida y ministerio? Después de reflexionar y discernir, el llamado del Papa Francisco a la conversión pastoral nos obliga a actuar. Nos recuerda que estar en misión implica “dar el primer paso” (n. 24). En nuestra vida y en nuestro ministerio, la conversión pastoral requiere que tomemos la iniciativa y nos involucremos.

En el Evangelio de Mateo, Jesús ordena a la iglesia que haga discípulos, usando la palabra "¡Adelante!" (Mt 28:19). Inspirado por Jesús, el Papa Francisco nos anima a recordar que la evangelización no es un deporte para espectadores; más bien, somos enviados como discípulos misioneros con el propósito de hacer discípulos misioneros. Esta Cuaresma, deja que el Papa Francisco sea tu guía. En lugar de renunciar al chocolate y decir: "Siempre lo he hecho así", sueña con una conversión pastoral que sea capaz de transformar todo tanto en tu vida como en tu ministerio.