Esta coronilla es muy efectiva para pedirle a la Sagrada Familia "ayuda y Providencia"

En las cuentas grandes del rosario:

San José, el corazón que te doy, siempre me volveré hacia ti. No me dejes solo cuando llegue a la muerte. Inmaculado patriarca, de Jesús amado guardián, casto esposo de María, consuela y defiende mi alma.

En granos pequeños:

Esperamos la providencia de Jesús, María y José. San José nos proporcionará todas nuestras necesidades.

Después de cada diez se recita la Gloria.

INVOCACIONES A LOS TRES CORAZONES SAGRADOS

Jesús Eucarístico, ven y mora en mi corazón con tu amor divino y con todas tus gracias. Amén.

Gracias Jesús, por todas las gracias otorgadas a través de María Santísima, tu Madre celestial.

María, Reina del mundo, reza por todo el mundo y especialmente por ... (indicar la nación).

Jesús, te amo, Jesús, te adoro, Jesús, quiero que mores en mi corazón.

Jesús, María y José, te amo con todo mi corazón, con toda mi mente y con toda mi vida. Amén.

Jesús, María, José, te amo, salva almas.

Jesús, María y José, protegen a nuestras familias.

Maria y Giuseppe, bendicen a nuestras familias.

Oh mi glorioso San José, te ofrezco mi familia hoy, mañana y siempre.

Señor, creo, pero mi fe aumenta, a través de la intercesión del Inmaculado Corazón de María y el Más Casto Corazón de San José (tres veces).

Señor, salva a las familias de la perdición eterna y la condenación. Que la Virgen María, Reina de las familias, sea nuestra protectora e interceda junto a ustedes, para que podamos recibir de su Sagrado Corazón las gracias necesarias que nos llevarán a la gloria del Paraíso. Amén.

CONSAGRACION DE LA FAMILIA

Oh Santísima Familia de Nazaret, Jesús, María y José, en este momento nos consagramos verdaderamente con todo nuestro corazón. Para nosotros su protección, para nosotros su guía contra los males de este mundo, hasta que nuestras familias sean siempre sólidas en el amor infinito de Dios. Jesús, María y José, los amamos con todo nuestro corazón. Queremos ser totalmente tuyos. Ayúdenos a hacer la voluntad del Dios verdadero, guíenos siempre a la gloria del cielo, ahora y en el futuro. Amén.