Con esta oración, Jesús promete gracias muy especiales y abundantes.

Esta corona fue revelada el viernes. Margherita del Santísimo Sacramento. Muy devota del Santo Niño y celoso celo de devoción hacia él, un día recibió una gracia especial del Divino Niño que se le apareció mostrándole una pequeña corona que brillaba con luz celestial y diciéndole: "Ve, difunde esta devoción entre las almas y asegúrame que otorgaré gracias muy especiales de inocencia y pureza a quienes traigan este pequeño rosario y con devoción lo reciten en memoria de los misterios de mi santa infancia ".

Oración inicial
Oh Santo Niño Jesús, me uno de todo corazón a los devotos pastores que te adoraron en la cuna y a los Ángeles que te glorifican en el Cielo.
Oh divino Bebé Jesús, adoro tu cruz y acepto lo que te gustaría enviarme.
Adorable Familia, te ofrezco todas las adoraciones del Santísimo Corazón del Niño Jesús, el Inmaculado Corazón de María y el Corazón de San José.
1 Nuestro Padre (en honor al Niño Jesús)

"La Palabra se hizo carne y vivió entre nosotros".
4 Ave Maria (en memoria de los primeros 4 años de la infancia de Jesús)
1 Nuestro Padre (en honor a la Santísima Virgen María)

"La Palabra se hizo carne y vivió entre nosotros".
4 Ave Maria (en memoria de los próximos 4 años de la infancia de Jesús)
1 Nuestro Padre (en honor a San José)

"La Palabra se hizo carne y vivió entre nosotros".
4 Ave Maria (en memoria de los últimos 4 años de la infancia de Jesús)

Oración final:
Señor Jesús, concebido por el Espíritu Santo, querías nacer de la Santísima Virgen, ser circuncidado, manifestado a los gentiles y presentado al templo, ser traído a Egipto y pasar una parte de tu infancia aquí; desde allí, regresa a Nazaret y aparece en Jerusalén como un prodigio de sabiduría entre los médicos.
Contemplamos los primeros 12 años de tu vida terrenal y te pedimos que nos concedas la gracia de honrar los misterios de tu santa infancia con tanta devoción, que te vuelvas humilde de corazón y espíritu y te conformes en todo, o Divino Niño, Tú que Vive y reina con Dios Padre, en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Que así sea.