GIACULATORIE ORADO POR SANTA GEMMA GALGANI

DESPERTANDO LA NOCHE

Y noche y día lloro, oh mi Señor, las ofensas que te hice en lo oculto y evidente.

EN VESTIR

De tu espíritu, Señor, vísteme; siempre enriqueceme con tus gracias.

EN LAVADO

Jesús, lávate y asegúrate de que mi alma siempre esté libre de errores.

SALIR DE LA CASA

Siempre guíame, Jesús, tu mano, para que nunca se aleje de ti.

EN EL CAMINO

Mi buen Jesús, donde quiera que vayas o estés, solo tú honras mi conducta.

ENTRANDO A LA IGLESIA

Deje que Jesús me dé un buen ejemplo, que los buenos mejoren y los malvados se conviertan.

Al sacramento

Haz, Jesús, que te postras ante ti con el humilde fervor de los serafines.

AL CRUCIFIJO

Mil veces peor que los judíos, porque te crucifico y sé quién eres.

A MARÍA SS.

Ruega por mí, oh Virgen María, ahora y al final de mi vida.

A los santos

Santo cielo, que tu compromiso sea hacerme entrar en el reino celestial.

A los ángeles

Santos ángeles, tu fuerte brazo me salvará vivo y me defenderá en la muerte.

RECIBIENDO LA BENDICIÓN

Oh Jesús, bendice mi alma, para que haya amor constante.

CUANDO TRABAJAS

En cada acción que realizo, te imparto placer solo a ti, mi Dios.

SI EL TRABAJO ES PENOSO

Cuánto siento dolor y pena, sufro todo por ti, querido Señor.

AL SONIDO DE LAS HORAS

De haberte ofendido, oh Dios, cada momento no por miedo, sino por amor, me arrepiento.

ANTES DE RECREAR

¡Oh, cuánto más dulce y alegre es sufrir con Dios que triunfar con el mundo!

DESPUÉS DE LA RECREACIÓN

Si es bueno con nosotros, estás aquí abajo, ¿quién estará en el cielo, querido Jesús?

SI HACES PECADOS

Propongo, oh Jesús mío: para el futuro antes de pecar quiero morir.

ANTES DE TOMAR COMIDA

Señor, pasa de una pequeña cantina para disfrutar de tu inmensa cena.

DESPUÉS DE LA COMIDA

Mucho más que el cuerpo, amado mi Señor, mi espíritu nutre y mi corazón.

ENCENDIENDO LA LUZ

Jesús, la antorcha de tu fe, deja que siempre brille en mí.

CUANDO SE APAGA

Nunca permitas, mi Señor, que tu santo amor se extinga en mí.

VESTIRSE

De toda costumbre culpable, despojame, oh Señor, y que sea tu gracia, la prenda de mi corazón.

EN LA CAMA

Sobre tu pecho, oh Jesús mío, descansa; Deh! Me despiertas contigo más ferviente.

Cada movimiento del corazón es un suspiro para ti, Jesús y María.