Jueves parte II: Oración a Santa Rita

Infancia y juventud de Santa Rita Señal de la cruz Se dice la siguiente oración Oh gloriosa Santa Rita, nos encomendamos con un corazón feliz y agradecido a tu oración, que sabemos que es poderosa en el Trono de Dios, tú conoces las preocupaciones y ansiedades del corazón humano, tú que supiste amar y perdonar y ser instrumento de reconciliación y paz, tú que seguiste al Señor como el bien precioso ante el cual todo bien palidece, obtén para nosotros el don de la sabiduría del corazón que enseña caminar por el camino del Evangelio.

Oración a Santa Rita

Mira a nuestras familias y a nuestros jóvenes, a los que están marcados por la enfermedad, el sufrimiento y la soledad, a los devotos que se confían a ti con esperanza: pide toda la gracia del Señor, la fuerza y ​​el consuelo del Espíritu, la fuerza en la prueba y constancia en las acciones, perseverancia en la fe y en las buenas obras, para que podamos testimoniar ante el mundo en toda circunstancia la fecundidad del amor y el auténtico sentido de la vida, hasta que, al final de nuestro peregrinaje terrenal, será acogido en la Casa del Padre, donde junto a ti cantaremos su alabanza por los siglos eternos. amén

La infancia y la juventud de Santa Rita se profundizan Tan pronto como nuestra Santa fue regenerada en las aguas curativas del Bautismo, comenzaron a manifestarse en ella signos extraordinarios de anunciar la santidad de su vida. Se dice que cuando aún era una niña en la cuna, un enjambre de abejas entró y salió de su boquita. En el Monasterio de Casia, donde pasó la segunda parte de su vida, todavía hoy se pueden observar algunos agujeros en las paredes: son el refugio de las abejas de la pared, que precisamente se llaman abejas de S. Rita. Desde pequeña Rita se mostró solícita en el servicio a Dios, observando fielmente los Mandamientos.

De ahí el cuidado constante e incansable del Santo por crecer en el amor a Dios, por producir frutos del bien en la práctica de cada virtud cristiana y en buscar sólo lo que más le agrada a Dios, despreciando aquellos placeres y alegrías que le impiden correr por los caminos de la fe. Perfección cristiana. Entre las virtudes que adornan particularmente su infancia y juventud, destacan la obediencia a los padres, el desprecio por la vanidad y el lujo y un amor particular por Jesús Crucificado y los pobres. Escuchar la Palabra (Sab 7, 1-3) Hijo mío, guarda mis palabras y atesora mis preceptos.

Observa mis preceptos y vivirás, mi enseñanza es como la niña de tus ojos. Átelos a sus dedos, escríbalos en la tableta de su corazón. Virtud: disponibilidad al servicio de Dios La voz del Señor te repite incesantemente también a ti: "Ven a mí, alma querida, ven, y serás coronada de gloria verdadera y no pasajera". ¡Pero cuántas veces no se escucha la voz divina! Fioretto: servicio fiel al Señor, estudia, alma devota, para conocer tu pasión predominante, que te impide servir pronto y fielmente al Señor, y, con la ayuda de Santa Rita, destrúyelo con actos contrarios de virtud.

Padre, Ave, Gloria