Junio, devoción al Sagrado Corazón: meditación día cinco

5 de junio - LOS MANDAMIENTOS DE DIOS
- Jesús habló claramente: ¿Me amas? guarda mis mandamientos ¿Quieres salvarte a ti mismo? guarda mis mandamientos De aquí, por lo tanto, no puedes escapar: para amar a Jesús y salvarte, debes hacer lo que él ordena: guardar sus santos mandamientos. Los confirmó, los impuso, los observó.

Solo tienes que obedecer. Sí, debemos obedecer. Pero la obediencia debe ser completa; tienes que observarlos a todos y siempre. Dios no dio ni cinco ni siete mandamientos; ha dado diez y vale la pena ir al infierno para transgredir uno, como para transgredirlos a todos. No vas a la cárcel por tantos crímenes; Solo un crimen es suficiente.

- Siempre debes observarlos. ¿Qué importa si nadie ve? Él solo ve a Dios. ¿Qué importa si es tiempo de carnaval o si es el día de la fiesta? El Señor no puso un límite a su ley y nosotros no podemos ponerlo. Pero tenga en cuenta su bondad.

Te da un yugo que es tu suerte al mismo tiempo. Las alas son una carga para el pájaro, pero sin las alas no podría volar.

Después de todo, Jesús mismo te da los medios para aligerar tu peso: ora y verás que los mandamientos de Dios serán un peso ligero para ti, un yugo apacible. Ahora examínese ante la ley de Dios. Él le ha dado un idioma: ¿cómo lo usa? ¿Alabarlo o blasfemarlo? ¿Decir una palabra de paz y caridad, o mentir, murmurar, calumniar, escandalizar a tu prójimo?

Él te dio un corazón: ¿lo mantienes honesto y puro, o son tus pensamientos, tus afectos, tus deseos algo más que honesto? ¿Tienes odio en tu corazón contra tu prójimo? ¿Qué respeto tienes por tus padres, por tus superiores, por las personas mayores y por las cosas de otras personas?

¿Cómo se santifica la fiesta? ¿Quizás escuchar una misa y luego abandonarse a un trabajo innecesario, a entretenimientos ilícitos sin intervenir en otras devociones, sin escuchar la palabra de Dios?

¿Encuentra alguna mancha para esconderse? Es temprano. La confesión te espera para purificarte. Así que sigue tu camino y continúa. Será el camino del amor a Jesús, el camino al cielo.