Los ángeles guardianes nos protegen y nos iluminan

El Amor de Dios y su Omnisciencia consideran indispensable apoyar a cada hombre y mujer como un Guardián invisible y poderoso, y él es un Ángel. Actúa con el único propósito de proteger y ayudar, siempre permanece cerca de la concepción de una nueva criatura humana.
En el pasado, los Ángeles Guardianes y San Miguel Arcángel se celebraron el mismo día, luego las fiestas se separaron para enfocar mejor sus tareas. Tienen la misma espiritualidad y simplicidad, son inmortales e inmutables, carecen de cantidad.
Para dar un ejemplo, miles de millones de ángeles podrían estar en una habitación pequeña, esto porque cada ángel no puede estar presente localmente en el espacio, sino que puede hacerse visible en un lugar para llevar a cabo su trabajo y ayudar a la persona que apoya en cualquier circunstancia.
La habilidad del Ángel de la Guarda es inmensa, puede aparecer bajo cualquier pretexto para proteger a la persona que defiende o eliminar un peligro inminente. En cada parte del mundo, innumerables episodios y milagros tienen lugar todos los días con los Ángeles Guardianes como protagonistas.
Su preocupación se basa esencialmente en la inspiración o sugerencia que se les da a las personas que cuidan, pero sus consejos no siempre se perciben. Depende de la pureza del alma de la persona y la voluntad de los Ángeles.
La capa de oscuridad presente en el intelecto nos impide escuchar las inspiraciones de los Ángeles y siempre se persigue la voluntad humana.
Los Ángeles Guardianes nos cuidan y protegen, pero nos dejan libres de opciones. La mente que piensa principalmente en los aspectos negativos de la vida, está cerrada a las inspiraciones de los Ángeles, no puede recibir la Luz de Dios que llevan estos poderosos protectores.
Es prudente no actuar inmediatamente después de un pensamiento dudoso, y es sabio rezar mucho antes de tomar decisiones importantes tal vez antes de Jesús la Eucaristía, con la recitación del Santo Rosario, con oraciones espontáneas dirigidas al Ángel Guardián.
Los ángeles del Señor son nuestros protectores de confianza, siempre dispuestos a ayudarnos si los invocamos con amor.
Los ángeles guardianes tienen una gran fuerza para defendernos y eliminarnos de todas las trampas que Satanás, nuestro oponente indomable, tiende a hacer.
Los Ángeles del Señor intervienen de manera extraordinaria y vienen todos los días junto a cada uno de nosotros para guiarnos, protegernos y consolarnos.
Como los demonios y todos los espíritus del mal, en estos tiempos, se otorga una gran libertad para sus manifestaciones diabólicas, por lo que estos son los días en que los ángeles del Señor están llamados a llevar a cabo la parte más importante del diseño de la Virgen.
Especialmente en estos tiempos es crucial rezar a los Ángeles todos los días para que no caigan en las trampas de los demonios, para mantener la verdadera fe católica y para saber cómo controlar los ataques que vienen incluso de lo inesperado.

Tomado de Facebook por el padre Giulio Maria Scozzaro