Los ángeles guardianes actúan como un "servicio secreto" a Dios

En el Nuevo Testamento, se nos dice que hay ocasiones en las que entretenemos a los ángeles sin saberlo. La conciencia de tales posibles visitas espirituales puede ser consoladora y alentadora para nosotros en medio de las luchas y los dolores de la vida.

Hablando de nuestro ángel de la guarda, el Papa Francisco comenta: “¡Él está siempre con nosotros! Y esta es una realidad. Es como tener con nosotros al embajador de Dios ”.

A menudo he pensado en la posibilidad de un ángel visitante en algunas ocasiones diferentes cuando alguien vino inesperadamente a mi ayudante o me brindó ayuda no deseada. ¡Es increíble la frecuencia con la que esto sucede en la vida!

La semana que viene celebraremos la fiesta litúrgica de los ángeles de la guarda. El día santo nos recuerda que a todos los bautizados se les ha asignado un ángel específico. Por peculiar que pueda parecerles a los creyentes más mundanos de nuestros días, la tradición cristiana es clara. Hay un ángel específico que está asignado exclusivamente a nosotros. Una simple reflexión sobre tal realidad puede resultar humillante.

A medida que se acerca la fiesta del ángel de la guarda, vale la pena hacer algunas preguntas sobre estos compañeros celestiales: ¿Por qué deberíamos tener un ángel de la guarda? ¿Por qué deberían visitarnos los ángeles? ¿Cuál es el propósito de estas visitas?

La oración tradicional por nuestro ángel de la guarda, que la mayoría de nosotros aprendimos de niños, nos dice que los ángeles están con nosotros para "iluminar y proteger, gobernar y guiar". Al evaluar el lenguaje de la oración como adulto, puede ser inquietante. ¿Realmente necesito un ángel para hacer todas estas cosas por mí? ¿Y qué significa que mi ángel de la guarda "gobierna" mi vida?

Una vez más, el Papa Francisco tiene algunas ideas sobre nuestros ángeles guardianes. Dinos:

“Y el Señor nos aconseja: '¡Respetad su presencia!' Y cuando, por ejemplo, cometemos un pecado y creemos que estamos solos: No, está ahí. Muestre respeto por su presencia. Escuche su voz porque nos da consejos. Cuando sentimos esa inspiración: "Pero haz esto ... es mejor ... no deberíamos hacerlo". ¡Escucha! No vayas contra él. "

En este consejo espiritual, podemos ver una explicación más detallada del papel de los ángeles, especialmente nuestro ángel de la guarda. Los ángeles están aquí en obediencia a Dios, lo aman y lo sirven solo. Como somos hijos de Dios, miembros de su familia, los ángeles nos son enviados con una misión específica, a saber, protegernos y llevarnos al cielo. Podemos imaginar que los ángeles de la guarda son un tipo de "servicio secreto" del Dios viviente, a quien se le ha encomendado mantenernos a salvo de cualquier daño y llevarnos a salvo a nuestro destino final.

La presencia de ángeles no debería desafiar nuestro sentido de autonomía ni amenazar nuestra búsqueda de independencia. Su cuidadoso acompañamiento da fuerza espiritual a nuestro autocontrol y fortalece nuestra autodeterminación. Nos recuerdan que somos hijos de Dios y que no hacemos este viaje solos. Humillan nuestros momentos de orgullo, al mismo tiempo que construyen nuestros talentos y personalidades dados por Dios. Los ángeles disminuyen nuestra auto-magnificación, afirmándonos y alentándonos simultáneamente en nuestra autoconciencia y aceptación de nosotros mismos.

El Papa Francisco nos da más sabiduría: “Mucha gente no sabe caminar o tiene miedo de arriesgarse y quedarse quieta. Pero sabemos que la regla es que una persona inmóvil termina estancada como el agua. Cuando el agua está quieta, vienen los mosquitos, ponen sus huevos y lo estropean todo. El ángel nos ayuda, nos empuja a caminar. "

Los ángeles están entre nosotros. Están aquí para recordarnos a Dios, para llamarnos a salir de nosotros mismos y para empujarnos a cumplir la vocación y las tareas que Dios nos ha confiado. Con esto en mente, si resumiéramos la oración del ángel de la guarda en jerga contemporánea, diríamos que nuestro ángel de la guarda nos fue enviado para ser nuestro entrenador, agente del servicio secreto, entrenador personal y entrenador de vida. Estos títulos contemporáneos pueden ayudar a ilustrar el llamado y la misión de los ángeles. Nos muestran cuánto nos ama Dios por el hecho de que nos enviaría tal ayuda.

En el día de su fiesta, se nos invita a prestar atención a nuestros compañeros celestiales. El día santo es una oportunidad para agradecer a Dios por el don de nuestro ángel de la guarda y acercarnos a él en todo lo que hacemos.