El consejo del Padre Pio de pedir ayuda a la Virgen María

María, Madre de Jesús y nuestra Madre, te hace comprender todo lo que contiene el gran secreto del sufrimiento, llevado con un espíritu cristiano.
Que ella obtenga para ti toda la fuerza que necesitas para escalar la cumbre del Calvario con tu cruz.
Desafortunadamente, se necesita una gran fuerza para seguir este camino, pero tenga cuidado, porque el Salvador nunca lo dejará solo o sin su ayuda. Señor Jesús, me diste a tu madre tanto como a mi madre.
Oh María, en mis alegrías y tristezas, ayúdame a repetir tu himno de gratitud, por favor, toma mi mano al pie de la Cruz para no escapar.

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN Y CONFIANZA A MARY SS. DE ELLOS MISMOS

Oh Inmaculada - Reina del cielo y de la tierra - refugio de los pecadores y mi madre muy amorosa - a quien Dios quería confiar la economía de su misericordia - a tus santos pies - Me postro (.........) miserable pecador - rogándote que aceptes todo ser mía, como tu cosa y tu propiedad. - Te ofrezco todo mi ser - y toda mi vida: - todo lo que tengo - todo lo que amo - todo lo que soy: mi cuerpo, - mi corazón - mi alma - Déjame entender - la voluntad de Dios sobre mi - Permíteme redescubrir mi vocación como cristiano, - ver su inmensa belleza - y comprender los secretos de tu amor. - Le pido que sepa cómo acercarse, más y más, a su Apóstol y modelo, el Padre Kolbe, para que su doctrina y testimonio puedan sacudir, las fibras profundas de mi voluntad y mi corazón, para seguir fielmente sus pasos. - y conviértete en una guía para muchas almas - y todas las traen a Dios - a través de Tu Inmaculado y afligido Corazón. Amén.

¡Inmaculado Corazón de María, me consagro a ti!