Comience su día con devociones diarias rápidas: 4 de febrero

Lectura de las Escrituras - 1 Tesalonicenses 5: 16-18

Regocíjate siempre, ora constantemente, da gracias en toda circunstancia. . . . - 1 Tesalonicenses 5:17

Como creyentes, se nos enseña a orar. Pero, ¿por qué deberíamos orar? La oración nos lleva a la comunión con Dios, creador y sustentador del universo. Dios nos da vida y apoya nuestra vida diaria. Debemos orar porque Dios tiene todo lo que necesitamos y quiere que prosperemos. Además, debemos orar para que en oración podamos dar gracias a Dios por todo lo que es y todo lo que hace.

En la oración reconocemos nuestra total dependencia de Dios, puede ser difícil admitir que somos completamente dependientes. Pero al mismo tiempo, la oración abre nuestros corazones para experimentar más plenamente el alcance impresionante de la extraordinaria gracia y misericordia de Dios para nosotros.

Sin embargo, orar en Acción de Gracias no es solo una buena idea o sugerencia. Es un mandato, como nos recuerda el apóstol Pablo. Al regocijarnos siempre y orar continuamente, obedecemos la voluntad de Dios para nosotros en Cristo.

A veces pensamos en los comandos como una carga. Pero obedecer este mandamiento nos bendecirá sin medida y nos colocará en la mejor posición para amar y servir a Dios en el mundo.

Así que cuando ores hoy (y siempre), pasa tiempo en comunión con Dios, pídele lo que necesites y siente la fuerte oleada de su gracia y misericordia que resulta en un sentido de gratitud que da forma a todo lo que haces.

Oración

Venimos ante ti, Señor, con un corazón de agradecimiento por lo que eres y por todo lo que haces. Amén.