Invocamos a Santa Mónica para nuestros hijos. Oración muy efectiva

Oh Dios, quien dio la conversión de su hijo Agustín a las lágrimas de Santa Mónica para que de tu enemigo fuera una de las luces de tu Iglesia, mira mis lágrimas y contesta las oraciones de una madre desolada.

El dolor de verte indignado por el hijo que me diste para convertirlo en un santo es la prueba más terrible a la que puedo ser sometido en esta vida. Dios mío, si esto se debe a mis pecados, castígame de otra manera, pero deja que mi hijo deje de ofenderte. Deh! perdónalo y perdóname, Señor, para que ambos disfrutemos de la buena fortuna de alabarte y bendecirte para siempre.
Que así sea.