Karin decide no abortar y con la ayuda de Dios elige a su hija

Esta es la historia de la joven Karin, una chica peruana de 29 años que ha vivido en Italia durante 2 años. Cuando Karin llegó a Italia, trabajaba como limpiadora para una señora llamada Valentina. La niña siempre había estado enamorada de ese nombre, tanto que decidió que si algún día tenía una niña, la llamaría Valentina.

ragazza
crédito:Por Fernanda_Reyes | Shutterstock

Llevaba seis meses saliendo con un chico, también peruano, cuando se enteró de que era embarazada de 6 semanas. En ese momento decidió contárselo primero a su padre, quien reaccionó muy mal, tanto que la niña se vio obligada a mudarse con su prima, quien le alquiló una habitación. Poco tiempo después, cuando ya tenía 2 meses, Karin se armó de valor y le contó la noticia a su novio. En respuesta, el niño le sugirió que abortara.

Karin decide no abortar y lucha por su bebé

Karin, en ese momento, le dijo al niño que nunca lo habría hecho y que si él no quería asumir la responsabilidad, ella habría continuado con el embarazo sola. El chico se fue y Karin se quedó sola, asustada y desesperada.

embarazo

Pero decidió no rendirse y cuando supo que era una niña, muy feliz luchó y trabajó por dos. Ahora Karin tiene ocho meses de embarazo, está feliz y serena, no siente rencor hacia el niño y vive con su prima, quien la ha ayudado y apoyado en todos los momentos difíciles. El padre que al principio no quería saber, poco a poco va aceptando la idea de convertirse en abuelo.

canastilla rosa

La Madre de Perú, cuando se enteró de que su hija estaba esperando una niña, llamó a un amigo suyo en Turín, quien se tomó la situación a pecho y llevó a la niña a El Centro de Ayuda Tiburtino Life quien le dio ropa para el bebé y vitaminas para el embarazo. Además, los voluntarios del centro se pusieron a disposición para ayudar a la niña en cualquier forma en el futuro.

Lo que siempre ha mantenido Karin es su inmensa fe en Dios. Karin es una madre valiente y valiente que, como una guerrera, luchó y resguardó su joya más preciada, sin dejarse atrapar por su pareja ni por la adversidad.