La aparición del Padre Pío a una niña que rezó por la llegada de un hermano pequeño.


Mi esposa Andrea y yo nos sometimos a un tratamiento de fertilidad durante cuatro años. (...) Finalmente, en 2004, nació nuestra hija Delfina María Luján. Tres años después, después de haber esperado, engañándonos, en la llegada del segundo, Andrea lo perdió. Fue un golpe muy duro. (...) fuimos a Salta, en Tres Cerritos, donde más de 60.000 personas se reúnen para rezar el Santo Rosario en honor de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús (...) Vi que mi hermana María, una sirvienta en el centro sacó una foto sagrada del Padre Pío del bolsillo y se la dio a Andrea para que le rezara. De vuelta a casa, Delfina, de solo tres años y medio, nos dijo en el auto que acababa de ver a un fraile detrás del árbol donde se había sentado su madre. No le dimos importancia a este hecho, pensando que era una fantasía típica de una niña de su edad. Pero más tarde, al contarle el episodio a mi hermana María, ella explicó que muchas personas habían visto al Padre Pío justo al lado del mismo árbol. (...) Nuestras oraciones al Santo de Pietrelcina fueron aceptadas muy pronto, porque al mes siguiente supimos que Andrea estaba embarazada nuevamente. La fecha probable de entrega debía ser el 23 de septiembre. El mismo día que murió el Padre Pío. Decidimos que, si hubiera sido un niño, lo habríamos llamado Pio; y, en caso de que fuera una niña, Pia. (...) Desde que Pío Santiago nació el 23 de agosto, decidimos bautizarlo el XNUMX de septiembre, en la iglesia de San Pío, cerca de La Plata. Más tarde, enviamos una copia del registro de la ceremonia a San Giovanni Rotondo, en señal de agradecimiento.