La Iglesia en tiempos de Covid: ¿cómo se comunica?

Una de las formas más importantes dentro de la comunicación es laascolto. ¿Cuáles son los métodos de comunicación adoptados por iglesia en este tiempo de pandemia? Miles de millones de personas en todo el mundo están encerradas o restringidas de movimiento debido a la pandemia. ¿Qué significa esta distancia para la Iglesia?

En poco tiempo nos sentimos perdidos y tuvimos que repensar todo lo que hicimos o dimos por sentado. La Iglesia que es maestra de encuentro y atención al otro, de repente se vio privada de su elemento fundamental: el suyo comunidad. No poder estar juntos provocó una sensación de desorientación y esto también se aplica a la escuela, a la familia. Cuando sabemos distanciarnos de lo que hacemos tenemos más perspectiva, nos damos cuenta de lo que está pasando y lo que no. La distancia y la ausencia resaltan el significado de la relación. Si no sientes la falta de lo que hiciste o de alguien, significa que no fue esencial para tu vida. Entonces es hora de comprender si lo que se hizo fue vital o rutinario.

El hombre pide que la Iglesia se recupere cammino junto a la gente y especialmente a los más pobres. En este momento todos los días hay gente que está drogada Eucaristía para los demás haciendo bien su trabajo y poniéndose al servicio del bien común. Estamos admirando el esfuerzo de los médicos, enfermeras, agentes del orden y voluntarios, pero también los padres que se pusieron en servicio unos a otros para hacer que este tiempo sea más habitable para sus hijos. Por tanto, si el cristiano no puede recibir la comunión, no significa que no pueda vivir la Eucaristía. El emprendedor que está preparando cuidadosamente todas las formas de precaución para que sus empleados regresen al trabajo para que puedan trabajar con seguridad, está generando vida de comunión. Entonces la Eucaristía no es solo tomar la comunión, se está convirtiendo en comunión, pan partido para el otro quien sea.

La distancia que mencionamos anteriormente debería hacernos entender si nuestra forma de comunicarnos es la adecuada. La Iglesia no puede ser ingenua, debe tener conocimiento e conocimiento de la realidad y las tecnologías de la comunicación sabiendo cómo utilizarlas, pero también recordando que Jesús a cada señal de la multitud que lo aplaude, se refugia en la soledad para rezar. No usamos el comunicación manipular y esclavizar, pero para libre. El ejercicio de la libertad es ante todo el ejercicio de responsabilidad. La palabra de Jesús es radicalmente incómoda, si no lo hubiera sido, no habría sido condenado y ejecutado en la cruz.