La iglesia ya no es una prioridad: ¿qué debemos hacer?

La iglesia ya no es una prioridad: ¿qué debemos hacer? Una pregunta que los incrédulos hoy en día nos hacemos continuamente. Otra pregunta podría ser: ¿Cómo puede sobrevivir una iglesia en un mundo que cambia rápidamente? La iglesia necesita hacer lo que se supone que debe hacer. Eso es lo que siempre debemos hacer. En términos simples, es la educación y formación de discípulos que forman y forman a los discípulos, y que nos forman a los cristianos.

Estos discípulos son seguidores de Jesús que buscan ver a otros convertirse en seguidores de Jesús. La base para esto proviene de muchos puntos de la Biblia , no el menor de los cuales Mateo 28: 18-20.
“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado a ustedes. Y he aquí, estoy contigo siempre, hasta el fin del mundo.

La iglesia ya no es una prioridad: debemos confiar en Jesús

La iglesia ya no es una prioridad: debemos confiar en Jesús. Ante el aumento de la secularización, ante la disminución de la alfabetización bíblica y la disminución de la asistencia a las estructuras sagradas, estoy argumentando que no intente reinventar la iglesia. En cambio, tenemos que confiar en el dueño de la iglesia. Jesús es omnisciente y omnipotente. Las estructuras sagradas han luchado con su declive en la participación tratando de ser innovadoras. Las iglesias, calificaron su música, ¿deberíamos ser contemporáneos a las tradicionales? Han tratado de ser más sensibles al buscador a través de ciertas acciones intencionales para tranquilizar a los no eclesiásticos. Han adoptado técnicas comerciales populares para promover el "crecimiento de estructuras sagradas ".

Construyeron silos ministeriales para cada grupo de edad y demográfico para que hubiera "algo para todos ". Se han acercado a personas jóvenes, educadas, influyentes y poderosas en un esfuerzo por influir en el cultura. La lista puede ir y venir. Algunas de estas cosas no son malas en sí mismas, pero pasan por alto el hecho de que Jesús ha proporcionado el camino para que la iglesia siga siendo relevante, comprometida y activa en un mundo en constante cambio. Jesús quiere que su iglesia cree y capacite discípulos que hagan y capaciten discípulos.