La conmovedora historia de Cristo extendiendo su brazo hacia abajo

Hay muchas imágenes que representan. Cristo crucifijo, pero lo que os queremos decir hoy se refiere a un crucifijo verdaderamente especial, único: el crucifijo con un brazo clavado. Este Jesús que parece tender la mano a quienes le invocan y oran, os conmoverá.

Cristo de Furelos

Si reflexionamos, cuántas personas injustamente condenadas a tan horrible final, a pesar de ser inocentes, antes de morir habrían perdonado sus verdugos? Solo un hombre especial podría hacer un gesto tan único y magnánimo y solo podría ser el hijo de Dios.

De esa imagen suya, con las manos clavadas, los pies clavados, el costado traspasado y herido, podemos deducir todas las sufrimiento sufrido, pero también elamor infinito del gesto de nuestra redención. Pero hay un crucifijo que merece especial atención, también por la historia que lo acompaña: es el Cristo de Furelos.

Jesús

El Cristo de Furelos

en la iglesia de San Juan en España y más precisamente en Galicia, hay un crucifijo con un brazo desatado. Lo primero que te viene a la mente es que ha sufrido un accidente, ha sido víctima de un acto de vandalismo o que se trata de un trabajo chapucero. Nada de esto. La obra se quería así.

El autor del Cristo con la mano extendida es manuel cagide, que nos cuenta la historia de ese crucifijo en particular.

Diario un hombre fue a la iglesia a confesarse. Sin embargo, el párroco le reprochó que repitiera sus oraciones en un tono extraño y como si fueran cánticos. Pero el hombre hostil e irreverente continuaba día tras día orando a su manera particular. Harto de esas maneras, el párroco le dijo que ya no lo absolvería.

En ese momento el hombre molesto se dirigió hacia el Crucifijo. Cuando levantó la vista vio a Jesús amonestando al párroco por no absolverlo y reprendiendolo diciendo que él mismo le daría la absolución a su hijo.

Pero la verdad milagro ocurrió cuando Jesús quitó su brazo del clavo y dirigió al sirviente hacia abajo para bendecir al hombre.

Desde entonces su brazo ha quedado así, como para recordar el gesto de misericordia que solo Jesús pudo realizar.