La devoción a la Medalla del Niño Jesús y la oración dictada por María.

LA MEDALLA DEL BEBÉ JESÚS DE PRAGA

Es una cruz "Malta" de tamaño común, grabada con la imagen del Niño Jesús de Praga, y está bendecida. Es muy efectivo contra las trampas del demonio que trata de dañar tanto las almas como los cuerpos.

Saca su efectividad de la imagen del Niño Jesús y de la cruz. Hay algunas palabras del evangelio grabadas en él, casi todas pronunciadas por el Divino Maestro. Las iniciales se leen alrededor de la figura del Niño Jesús: "VRS" Vade retro, Satanás (Vattene, Satanás); "RSE" Rex sum ego (soy el rey); "ARTE" Adveniat regnum tuum (Venga tu reino).

Pero la invocación más efectiva para mantener alejado al diablo y evitar que haga daño es ciertamente el nombre "Jesús".

Otras palabras presentes son: Verbum caro factum est (Y la Palabra se hizo carne), que están grabados en la parte posterior de la medalla, con los que rodean el monograma de Cristo que dicen: Vincit, Regnat, Imperat, nos ab omni malo defendat (Vince , Reigns, Domina, nos defiende de todo mal).

La medalla de salvaguardia se envía a quienes la soliciten al santuario.

SANTUARIO DEL BEBÉ JESÚS

PADRES DE CARMELITA RECTO

Plaza del Santo Niño 1

16011 Arenzano GÉNOVA

ORACIÓN AL BEBÉ JESÚS DE PRAGA

revelado por María Santísima al Vicepresidente Cirilo de la Madre de Dios Carmelita Descalza y primer apóstol de la devoción al Santo Niño de Praga.

Oh Bebé Jesús, te ruego, y rezo para que, por intercesión de tu Santa Madre, quieras ayudarme en mi necesidad (puede explicarse), porque creo firmemente que tu Divinidad puede ayudarme. Espero con tanta confianza obtener su santa gracia. Te amo con todo mi corazón y con toda la fuerza de mi alma; Sinceramente me arrepiento de mis pecados, y te ruego, buen Jesús, que me des la fuerza para triunfar sobre ellos. Propongo no ofenderte más, y me ofrezco dispuesto a sufrir todo, en lugar de darte el más mínimo asco. De ahora en adelante quiero servirte con toda fidelidad y, por tu bien, Divino Niño, amaré a mi prójimo como a mí mismo. Bebé todopoderoso, Señor Jesús, nuevamente te ruego, ayúdame en esta circunstancia ... Dame la gracia de poseerlo eternamente con María y José, y adorarte con los santos Ángeles en la Corte del Cielo. Que así sea.