Devoción al Arcángel Rafael y la oración para pedir su protección

Oh San Rafael, gran príncipe de la corte celestial, uno de los siete espíritus que contemplan implacablemente el trono del Altísimo, yo (nombre) en presencia de la Santísima Trinidad, de María Inmaculada, nuestra Reina y Reina de los nueve Coros de Ángeles, me consagro para ti, ser uno de tus siervos todos los días de mi vida.

Oh santo Arcángel, acepta mi oferta y recíbeme en las filas de tus protegidos, quienes conocen por experiencia el valor de tu patrocinio. Guía de viajeros, condúceme en la peregrinación de esta vida. Protector de los que están en peligro, líbrame de todos los escollos que pueden amenazar mi cuerpo y mi alma. Refugio de los infelices, ayúdame en mi pobreza espiritual y física. Consolador de los afligidos, disipa el dolor que angustia mi corazón oprimido y mi espíritu.

Medicina de Dios, sana las enfermedades del alma y del cuerpo, mantenme en santidad, para que pueda servir a nuestro Señor con más fervor. Protector de familias, dirijo a mis seres queridos una mirada de bondad para que sean custodiados por ti y experimenten tu protección. Protector de las almas tentadas, libérame de las sugerencias del enemigo infernal y no permitas que caiga en su red.

Benefactor de las almas caritativas, para alegrarme de tu benevolente protección, pretendo ayudar a los hermanos que se encuentran en dificultades poniendo a su disposición mis recursos. Acepta mi humilde oferta, oh Santo Arcángel, y concédeme la gracia de saborear, a lo largo de mi vida y en el momento de la muerte, los efectos saludables de tu protección y asistencia. Amén.