La devoción de los tabernáculos vivos y la oración dictada por Jesús.

REAL GRITA

y la obra de los tabernáculos vivientes

Vera Grita, maestra salesiana y cooperadora, nacida en Roma el 28.1.1923 y fallecida en Pietra Ligure el 22 de diciembre de 1969, es la mensajera de la Ópera de los Tabernáculos Vivientes. Bajo la guía del Divino Maestro, Vera se convirtió en una herramienta dócil en sus manos para recibir y escribir el mensaje de Amor y Misericordia para toda la humanidad. Jesús, Buen Pastor, va en busca de las almas que se han alejado de Él para darles perdón y salvación a través de sus nuevos Tabernáculos Vivientes.

Segunda hija de cuatro hermanas, Vera vivió y estudió en Savona, donde obtuvo su maestría. En 1944, durante un ataque aéreo repentino en la ciudad, Vera fue abrumada y pisoteada por la multitud que huía, informando graves consecuencias para su físico que desde entonces ha estado marcado por el sufrimiento para siempre. Cooperadora salesiana desde 1967, en septiembre del mismo año, gracias al don de locuciones internas, comenzó a escribir lo que la "Voz", la Voz del Espíritu Santo les dictaba al enviar todos los mensajes al director espiritual, el padre salesiano Gabriello Zucconi.

El conjunto de mensajes, recopilados en un libro, fueron publicados en Italia en 1989 por las hermanas Pina y Liliana Grita. Vera ató su vida a la Obra de los Tabernáculos Vivientes con el voto de pequeña víctima por el triunfo del Reino Eucarístico en las almas y con el voto de obediencia al padre espiritual que también fue víctima de la Obra del Amor y la Misericordia del Señor. Murió el 22 de diciembre de 1969 en Savona en una habitación de hospital donde había pasado los últimos 6 meses de su vida en un crescendo de sufrimientos aceptados y vivió en unión con Jesús Crucificado.
A través de Vera, Jesús busca almas pequeñas y simples que estén dispuestas a poner a Jesús la Eucaristía en el centro de su vida para poder ser transformado por Él en Tabernáculos vivos, es decir, almas eucarísticas capaces de una vida profunda de comunión y de dar a sus hermanos y hermanas.

“Jesús eucarístico para ti, prometida pequeña para mí. ¡Sígueme! Y ahora lo intento, buscaré "novias pobres" como tú. Dime que estoy buscando a estas novias que, con el tiempo, confían en ti. Serás el primer ejemplo que revelaré a los hombres. Será una gracia mayor cuando para el mundo solo seas una figura representativa en la que otras almas puedan reflejarse y venir a Mí con confianza ".

Desde el 11 de febrero de 2001, el Centro Studi "Opera dei Tabernacoli Viventi" dedicado a Vera Grita y Don Gabriello Zucconi comenzó su actividad en la provincia salesiana de Milán. El Centro de Estudios tiene la tarea de estudiar y difundir el mensaje de la Obra que, por voluntad del Señor, se ha confiado a los salesianos para que sean promotores en la Congregación y en la Iglesia.

ORACIÓN DICTADA DE JESÚS A LA VERDAD

(se repetirá durante el día para sentir el efecto interno beneficioso)

MADRE DE JESÚS, MADRE DEL AMOR HERMOSO DEL AMOR A MI POBRE CORAZÓN, DE LA PUREZA Y LA SANTIDAD A MI ALMA, DE LA SANTA LUMI A MI MENTE, DÁME JESÚS, DÉME SU JESÚS PARA SIEMPRE.

VERDADERA ORACIÓN DE GRITA A JESÚS

Mi Jesús Crucificado, dado que en los adorables diseños de tu Amor, disfrutaste visitarme con esta tribulación, confío en ti, que te has sometido a todos nuestros sufrimientos para aliviarlos y santificarlos. Ante ti, el más inocente, que abrazó las ignominias de la Pasión y las agonías del Calvario por mí, ¿cómo puedo quejarme de un miserable pecador? Acepto de tus manos todo lo que has dispuesto de mí. Te ofrezco mis sufrimientos a causa de mis pecados y del mundo entero. Te los ofrezco por el Sumo Pontífice, por la Iglesia, por los Misioneros, por los Sacerdotes, por todos los que están lejos de ti y por las Almas del Purgatorio. Tú, que siempre estás cerca de los que sufren, ayúdame con tu gracia y haz que, como ahora quieres que participe en tu cruz, tan purificada y santificada por estos sufrimientos, algún día me harás partícipe de tu gloria. Que así sea.

SUMINISTRO A DIOS, NUESTRO PADRE

¡Oh Dios, nuestro Padre, Creador del universo y de todas tus criaturas, te lo suplicamos! Envía a los hombres tu Espíritu de Amor, de hermandad universal. Únete a tus criaturas en tu amor al Padre y danos, hoy y siempre, hoy más que nunca, tu Jesús en nuestro corazón.

Concede que Jesús es la Vida y la Luz que da vida a nuestros corazones, luz a nuestras mentes, sol que envuelve nuestras almas afligidas en su calor. Que Él venga a nuestras almas, venga a nuestros hogares, venga a compartir alegrías y penas, trabajos y esperanzas.

Haz, Padre amoroso y amable, que en cada familia brille la Luz, esa Luz que Tú, desde el Cielo, nos has dado en la Iglesia: ¡Amor Eucarístico de Jesús! Haga arreglos para que sepamos, por sus méritos, ámelo, consuélelo, adórelo. Concede que cada día, cada hora, cada minuto, cada momento, sepamos ofrecerte a ti, nuestro Padre más clemente, en Jesús tu hijo divino, nuestra voluntad, nuestro corazón, nuestra vida. Buen padre, míranos, ¡ayúdanos! En Jesús levantamos nuestras pobres manos para que trabajen para ti, para tu gloria.

Padre que está en el cielo, perdona al mundo que no sabe y no entiende. Perdona a los ricos y a los pobres, perdona a tus criaturas en Jesús, nuestro hermano. Te rezamos, escúchanos. Jesús y almas, vino y agua, unión, ofrenda y consumación en Jesús por la reparación de toda la humanidad que gime, por los pobres que miran y esperan de usted, Padre, su perdón ahora y siempre. Amén