La devoción práctica del día: la llave del cielo

La oración abre el cielo. Admire la bondad de Dios que quiso darnos las llaves de su Corazón, sus tesoros y su premio: Clavis caeli oratio (San Agosto). Sin la perseverancia final no se alcanza el premio; pero tal gracia se obtiene infaliblemente mediante la oración frecuente y constante, dice Suárez. Sin la huida del pecado, no eres santo, pero es imposible que quien reza a Dios de manera adecuada y continua caiga en pecado grave: así Crisóstomo. ¿Lo has pensado hasta ahora? ¿Oras todos los días por la perseverancia final?

La llave de los tesoros divinos. Abra el Evangelio y busque si alguna vez Jesús negó la gracia a los que acudieron a Él con la oración. Todo se logró para el alma y para el cuerpo. Considere, con la historia en la mano, si ha habido gracia, privilegio, favor, milagro, prodigio a lo largo de los siglos que no se haya obtenido a través de la oración. A esto se le llamó omnipotente, y es por voluntad de Dios. ¿Por qué, entonces, te quejas de tu pobreza, de tu debilidad, de tu miseria? Reza y lo conseguirás.

La llave del Corazón de Dios ¡Qué misterio! Hombre, tan pequeño gusano, tan miserable criatura, como nada ante la Divina Majestad, en cuanto reza, Dios ya lo escucha ... Acude a mí, y te escucharé ... Cómo llamar la oración que, en cuanto se hace, te detiene la ira de Dios, ¿mitiga su justicia, dobla su Corazón, lo vuelve todo por nosotros? Oh llave de oro, ¿por qué no te aprecio, por qué no te uso, por qué me encuentras aburrida y pesada?

PRÁCTICA. - Reza hoy tus oraciones, con especial devoción.