La devoción recomendada por Nuestra Señora en sus apariciones.

El primer viernes del mes .
Fue el deseo especial de nuestro Señor Jesucristo, revelado a la Beata Margarita María, que el primer viernes de cada mes se le debe consagrar a la devoción y adoración de su Sagrado Corazón.

Para prepararse mejor, sería bueno leer algunos libros sobre la devoción o la Pasión de Nuestro Señor, la noche anterior, y hacer una breve visita al Santísimo Sacramento. El mismo día debemos, al despertar, ofrecernos y consagrarnos, con todos nuestros pensamientos, palabras y acciones, a Jesús, para que Su Sagrado Corazón pueda ser tan honrado y glorificado.

Deberíamos visitar algunas iglesias lo antes posible; y mientras nos arrodillamos ante Jesús, verdaderamente presente en el tabernáculo, tratamos de despertar en nuestra alma un dolor profundo al pensar en las innumerables ofensas acumuladas constantemente en Su Sagrado Corazón en este Sacramento de Su amor; y seguramente no podemos encontrarlo difícil si tenemos el menor grado de amor por Jesús. Sin embargo, si encontramos que nuestro amor es frío o tibio, consideramos seriamente las muchas razones por las que tenemos que entregar nuestro corazón a Jesús. Después de esto debemos reconocer lamentamos las faltas de las que éramos culpables por nuestra falta de respeto en presencia del Santísimo Sacramento, o por nuestra negligencia al visitar y recibir a Nuestro Señor en la Sagrada Comunión.

La adoración de este día debe ser ofrecida por los fieles del Sagrado Corazón con la intención de satisfacer un poco la ingratitud que Jesús recibe en el Santísimo Sacramento, y el mismo espíritu debe animar todas nuestras acciones durante el día.

Dado que el objetivo de esta devoción es inflamar nuestros corazones con un amor ardiente por Jesús, y así reparar, en lo que respecta a nuestro poder, todos los ultrajes que se cometen diariamente contra el Santísimo Sacramento del Altar, es Es evidente que estos ejercicios no se limitan a un día en particular. Jesús igualmente merece nuestro amor en todo momento; y dado que este Salvador tan amoroso está cada día y cada hora cargado de insultos y tratado cruelmente por Sus criaturas, es solo que debemos esforzarnos todos los días para reparar nuestro poder.

Los que no pueden practicar esta devoción el primer viernes pueden hacerlo cualquier otro día del mes. De la misma manera, pueden ofrecer la primera comunión de cada mes para esta intención, consagrando todo el día al honor y la gloria del Sagrado Corazón, y realizando con el mismo espíritu todos los ejercicios piadosos que no pudieron realizar el primer viernes.

Además, Nuestro Señor sugirió otra característica de esta devoción consoladora del primer viernes, a través de la práctica fiel de la cual guió a la Beata Margarita María a esperar la gracia de la perseverancia final y la de recibir los sacramentos de la Iglesia antes de morir, en favor de quienes deberían observarlo Se trataba de hacer una novena de comuniones en honor del Sagrado Corazón el primer viernes de cada mes durante nueve meses consecutivos.