La extraordinaria visión del rostro de Jesús apareciéndose a santa Gertrudis

Santa Gertrudis fue una monja benedictina del siglo XII con una profunda vida espiritual. Era famosa por su devoción a Jesús y su capacidad para comunicarse con Él a través de la oración. Se la considera una mística y teóloga, patrona de los jardineros y de las viudas. Su vida es un ejemplo de humildad, oración y amor hacia Dios y los demás, y continúa inspirando a muchos fieles en todo el mundo.

de santa

Hoy queremos contaros el día que vivimos uno. extraordinaria visión divina. Jesús le mostró su Sagrado Rostro, sus ojos brillaban como el sol que irradiaba una luz suave e incomparable. Esta luz penetró en su ser, transformándola en una alegría y dicha indescriptibles.

¿Qué le pasó a Santa Gertrudis durante la visión mística?

En la visión, Santa Gertrudis se sintió completamente transformado, como si su cuerpo fuera aniquilado por la poderosa presencia divina. La visión fue tan intensa que podría haberla matado si no fuera por una ayuda especial para sostener su frágil naturaleza terrenal. La Santa expresó su opinión gratitud por esa experiencia sublime, que le hizo percibir una alegría tan grande que sería imposible de describir con las palabras del mundo.

rostro de cristo

En otra ocasión, Santa Gertrudis ella se dejó llevar en éxtasis y vio a Jesús rodeado de un luz deslumbrante. Al tocarlo, sintió como si estuviera muriendo bajo su poderosa energía divina. Inmediatamente le pidió a Dios que atenuar la luz, porque su debilidad no podía soportar su intensidad. A partir de ese momento pudo contemplar multitud de Ángeles, Apóstoles, Mártires, Confesores y Vírgenes, todos rodeados de una luz especial que parecía unirlos a su divino Esposo.

Esta extraordinaria experiencia de Santa Gertrudis nos recuerda grandezza y la magnificencia de la divinidad, que se manifiesta de maneras sorprendentes y también nos invita a reflexionar sobre nuestra limitada humanidad y la necesidad de una ayuda especial para poder percibir la presencia divina y saborear las alegrías del Cielo.

Este testimonio debería inspirarnos y renovar nuestra fe, empujándonos a buscar la presencia de Dios en nuestra vida diaria y a desear esa bienaventuranza que sólo el Dios nos puede dar. Que aprendamos de ellaimportancia de la gratitud y la humildad ante las maravillas del amor divino.