Nuestra Señora de Fátima reveló el remedio para la salvación del mundo 

Hoy queremos hablarte del mensaje profético dejado por Nuestra señora de fátima en Santa Lucía, un mensaje que pide orar, porque la oración ha sido y sigue siendo la herramienta más poderosa para sacar de la fuente de Dios y acercarse a él.

pastores

El mensaje fue revelado en monja lucia, en ese momento una joven pastora de ocho años, durante una serie de visiones que tuvo con sus dos primasla jacinta y francisco en 1917.

El Mensaje de Fátima, compuesto por tres partes fue predicho por los tres niños como una serie de profecías desafortunadas para la humanidad si no se hicieran correcciones. Allá primera parte del mensaje era sobre la existencia del Infierno y cómo se podía evitar ir allí. Allá Parte seconda del mensaje profético de Fátima se refería al futuro de la Iglesia Católica y del mundo en general. Allá Parte tres del mensaje, sin embargo, recién fue revelado a Sor Lucía en 1944, a la edad de 37 años, y ha sido descrito como el más terrible de todos.

Il 13 Julio 1917, durante la tercera aparición, Nuestra Señora de Fátima reveló el famoso tercer secreto e indicó los remedios dados a la humanidad para condicionar los dramáticos acontecimientos anunciados. Entre ellos, había precisamente la Comunión de reparación los primeros sábados de mes.

Virgen

La comunión de reparación de los primeros 5 sábados del mes

La petición de Nuestra Señora se basa en la conciencia de que la humanidad necesita una sincera conversión al Dios de amor y de reconciliación con Él. La oración y la penitencia son las herramientas con las que se puede realizar esta conversión y alcanzar la salvación eterna.

Oración en el primero cinco sábados del mes debe hacerse siguiendo una oración específica. Nuestra Señora pide que un rosario, que incluye también la meditación de los misterios del Rosario; participas en Masa y hazlo ahí Sagrada comunión, como signo de profunda comunión con Dios; permanecer en silencio, reflexionar y orar ante el Santísimo Sacramentopresentes en la Eucaristía.

La penitenciapor el contrario, requiere una ofrenda personal de cada creyente. Nuestra Señora pide orar y hacer penitencia para el perdón de los pecados, no sólo de los propios, sino también de los que no conocen a Dios o no le aman, para que, por la gracia de Dios, sean tocados por su amor.