La noche que el hermano Biagio escuchó a Dios

el tenia 23 años hermano biagio Conte cuando llegó al período más triste y oscuro de su vida. A esa edad había tocado fondo, no había terminado sus estudios, su carrera empresarial no despegaba y padecía trastornos alimentarios. Aunque había acudido a varios psiquiatras y psicólogos, seguía sintiendo ese estado de malestar por dentro.

biagio conte

En su libro "La ciudad de los pobrescuenta sus viajes de Palermo a Florencia en busca de consuelo. Pero nada parecía funcionar, no se sentía cómodo en ningún lado y una vez de regreso en Palermo, trató de averiguar cómo pedirle a Jesús que lo ayudara a encontrar su talla.

Su mayor sufrimiento vino de empresa, los males del mundo lo atormentaban y por desgracia, al no estar enfermo, no había cura para él. Pensó en ayunar hasta dejarse morir para sacudir la conciencia de las personas y obligarlas a mirar alrededor.

El rostro de Cristo lo salvó

En su habitación, colgada de una pared, Biagio tenía la rostro de cristo, pero nunca antes se había detenido a mirarlo. Sin embargo, cuando levanta los ojos y encuentra su mirada, reconoce en los ojos de Cristo toda la desesperación por el sufrimiento de los niños de Palermo, pero del mismo modo también la salvación y el rescate.

laico ermitaño

En ese momento se dio cuenta de que para cambiar las cosas tenía que hacer algo, tenía que salir y mostrarle a la gente su desconcierto. Con un cartel pegado al cuello, donde mostraba su indignación contra la indiferencia, los desastres medioambientales, las guerras y la mafia, paseaba todo el día por la ciudad.

Pero la gente siguió mostrando indiferencia. En ese momento Dios decidió luz Biagio y aceptar su pedido de mostrarle el camino. En ese momento sintió que una extraña fuerza se apoderaba de él y comprendió que el camino a seguir era alejarse de todo.

Escribió una carta de despedida a sus padres y vagó por las montañas comiendo bayas. Un día se sintió mal, se estaba muriendo y con sus últimas fuerzas decidió ruega a dios pidiéndole que no lo abandone. Un calor increíble recorrió su cuerpo y una luz inmensa lo iluminó. Todo el sufrimiento, el hambre, el frío habían desaparecido. Estaba bien, se levantó y reanudó su viaje.

En ese momento comenzó el viaje desde laico ermitaño de Biagio Conte, un viaje hecho de oraciones, conversaciones y encuentros, antes de regresar a su Palermo natal y fundar la misión”esperanza y caridad“, un refugio para los pobres y necesitados y un símbolo de esperanza para los que sufren.