La pasión de Cristo: cómo meditar en ella

1. Es un libro fácil para meditar. El crucifijo está en manos de todos; muchos lo usan alrededor del cuello, está en nuestras habitaciones, está en las iglesias, es el excelente trofeo que recuerda nuestros ojos. Estés donde estés, día y noche, conociendo su historia minuciosamente, es fácil para ti meditar sobre ella. ¿La variedad de escenas, la multiplicidad de cosas, la importancia del hecho, la elocuencia de la sangre que gotea, no facilitan la meditación?

2. Utilidad de meditar sobre ello. San Alberto Magno escribe: Meditar en la Pasión de Jesús es más que un ayuno de pan y agua, y una flagelación de sangre. San Geltrude dice que el Señor mira con misericordia a quienes meditan en el Crucifijo. San Bernardo agrega que la Pasión de Jesús rompe las piedras, es decir, los corazones de los pecadores endurecidos. ¡Qué rica escuela de virtudes para los imperfectos! ¡Qué llama de amor para los justos! Así que trata de meditar en ello.

3. Forma de meditar en ello. 1. Al simpatizar con los dolores de Jesús, que es nuestro padre, nuestro Dios que sufre por nosotros. 2. Al imprimir en nuestro cuerpo las heridas de Jesús con penitencias, con cierta austeridad, con llevar mortificación en nuestro cuerpo, o al menos con paciencia. 3. Imitando las virtudes de Jesús: obediencia, humildad, pobreza, silencio en insultos, sacrificio total. Si hicieras esto, ¿no mejorarías?

PRÁCTICA. - Besa el crucifijo; a lo largo del día repite: Jesucristo crucificado, ten piedad de mí.