La pintura de la Virgen Negra de Czestochowa atribuida a San Lucas Evangelista

La Virgen Negra de Czestochowa es uno de los santuarios marianos más importantes de Polonia. Cuenta la leyenda que se trata de una tabla pintada por el mismo San Lucas, el evangelista, en vida de Jesús.Se trata de una imagen sagrada, en la que se representa a la Virgen con el Niño Jesús en brazos, sentada en un trono dorado, rodeada por una gloria de ángeles.

Virgen negra

La Virgen Negra se ha convertido en una de símbolos más importante de la religión católica en Polonia. Nunca se ha aclarado del todo su origen exacto, pero se sabe que un monje griego lo habría traído a Czestochowa en 1382. A lo largo de los siglos, el icono ha vivido momentos de gran popularidad, pero también de desaparición y robo.

El pintor polaco Jozef Tadeusz Szczepanski recibió el encargo de restaurar la tabla en 1430, pero en su lugar decidió cubrir todas las partes grabadas y dañadas con una manto negroreduciendo significativamente la superficie original. Con motivo de las restauraciones realizadas en el 1966, se decidió quitar la capa negra y se revelaron las partes dañadas de la pintura original.

Hoy, la mesa se guarda en el santuario de Jasna Gora, cerca de la ciudad de Częstochowa, y es el destino de numerosas visitas de fieles.

Santuario de la Virgen Negra

El santuario de Czestochowa

Il santuario de czestochowa es un lugar de gran importancia histórica, religiosa y cultural ubicado en la ciudad de Czestochowa, Polonia. También conocido como el santuario de los Virgen negra es un santuario mariano dedicado a la Virgen María, a quien se venera como la Reina de Polonia.

El santuario de Czestochowa es uno de los más importantes del mundo y cada año atrae a miles de peregrinos de todo el mundo. La gente viene aquí a orar, pedir la protección de la Virgen María y participar en celebraciones y misas.

La romería se realiza todos los años en los meses de verano piedi hacia el santuario. El camino más largo para llegar a él mide 600 kms y fue viajado en 1936 también por carol wojtyla y luego por Papa Juan Pablo II.