La oración del corazón que Dios quiere.

Querido amigo, después de muchas meditaciones hermosas hechas juntas donde discutimos cosas importantes sobre la fe hoy, tenemos que hablar sobre una cosa que todo hombre no puede prescindir: la oración.

Mucho se ha dicho y escrito sobre la oración, incluso los santos han escrito meditaciones y libros sobre la oración. Entonces todo lo que vamos a decir parece superfluo pero en realidad hay que decir una pequeña consideración hecha con el corazón sobre el tema de la oración.

La oración es la base de cualquier religión. Todos los creyentes en Dios oran. Pero quiero llegar a un punto importante que todos deberíamos entender. Comencemos con esta frase "rezas como vives y vives como rezas". Por tanto, la oración está en estrecho contacto con nuestra existencia y no es algo exterior. Entonces la oración es un diálogo directo que tenemos con Dios.

Después de estas dos consideraciones importantes, mi querido amigo, ahora debo decirte lo más importante que pocos pueden decirte. La oración es un diálogo con Dios, la oración es una relación. La oración es estar juntos y escucharse unos a otros.

Así que querido amigo con esto quiero decirte que no pierdas el tiempo leyendo hermosas oraciones escritas en libros o recitando fórmulas sin cesar sino que te pongas continuamente en la presencia de Dios y convivas con él y cuentes todas nuestras confidencias. Vive continuamente con él, invoca su nombre como ayuda en los momentos difíciles y pide gracias en los momentos de paz.

La oración consiste en hablar continuamente con Dios como padre y hacerlo un participante en nuestra vida. ¿Qué significa pasar horas mirando fórmulas hechas sin pensar en Dios? Es mejor decir una oración simple con el corazón para atraer cada gracia. Dios quiere ser nuestro Padre y siempre nos ama y quiere que hagamos lo mismo.

Entonces, querido amigo, espero que hayas entendido el verdadero significado de la oración del corazón. No digo que las otras oraciones no puedan salir bien, pero puedo asegurarles que las mayores gracias también se han tenido con una simple eyaculación.

Entonces, amigo, cuando ores, estés donde estés, más allá de lo que estás haciendo, además de tus pecados, sin prejuicios y otros problemas, acude a Dios como si hablas con tu padre y le dices todas tus necesidades y cosas con el corazón abierto y no tengas miedo. .

Este tipo de oración parece inusual, pero puedo asegurarle que si no se responde de inmediato en el tiempo establecido, ingresa al cielo y llega al trono de Dios, donde todo lo que se hace con el corazón se transforma en gracia.

Escrito por Paolo Tescione