La Virgen Negra de Czestochowa y el milagro en el momento de la profanación

La Virgen negra de Czestochowa es uno de los iconos más queridos y venerados de la tradición católica. Esta antigua imagen sagrada se puede encontrar en el Monasterio de Jasna Gora en la ciudad de Czestochowa, Polonia. Su historia está rodeada de misterio y las leyendas que la rodean aumentan su encanto.

Nuestra Señora de Czestochowa

La imagen de la Virgen Negra es pintado sobre un panel de madera, con un tamaño aproximado de 122 centímetros por 82 centímetros. Su origen exacto sigue siendo un tema de debate entre los historiadores, pero en general se cree que el icono se remonta a período medieval, alrededor del siglo XIV. Según la leyenda, la imagen fue pintada por San Lucas, el evangelista, en la mesa de maria la madre de Jesús, que estaba hecho de madera de la misma cruz en la que crucificaron a Jesús.

El milagro de la Virgen Negra

Con el tiempo la pintura tuvo que pasar por diversas vicisitudes. En el 1382, El príncipe Ladislao de Opole hizo construir un monasterio en la colina de  Jasna Góra, donde también fue trasladada la imagen junto con los monjes. El episodio más sorprendente, sin embargo, ocurre en 1430 cuando el santuario fue atacado por Husitas, que profanaron el ícono golpeándola con el sable y provocando un sangrado milagroso que atrajo a multitudes de creyentes.

Polonia

Papa Clemente XI en 1717 lo hizo renovar y desde entonces es amado y venerado por toda Polonia. Este icono ha inspirado a numerosos peregrinaciones y devociones. Cada año, millones de peregrinos acuden a visitarlo, trayendo consigo oraciones y peticiones de intercesión. Los historiadores han registrado la presencia de papas, soberanos, generales y peregrinos comunes entre quienes han rezado ante esta sagrada imagen a lo largo de los siglos.

Hoy en día, esta Madonna sigue siendo uno de los iconos más importante de la fe católica. Su presencia es un símbolo de esperanza y protección y muchos creyentes la veneran como una conexión especial con la Virgen María.