Las 7 promesas y las 4 gracias a los devotos de Nuestra Señora de los Dolores

Antes de la devoción celebraba los llamados Siete Dolores de María. Fue el Papa Pío X quien reemplazó este título con el actual, mencionado el 15 de septiembre: Virgen de los Dolores, o Nuestra Señora de los Dolores.

Es con este título que los católicos honramos el sufrimiento de María, libremente aceptado en la redención a través de la cruz. Fue al lado de la Cruz que la Madre de Cristo crucificada se convirtió en la Madre del Cuerpo Místico moldeado en la Cruz: la Iglesia.

La devoción popular, que precede a la celebración litúrgica, había arreglado simbólicamente los siete dolores del núcleo coreano sobre la base de los episodios narrados por los Evangelios:

la profecía del viejo Simeón,
el vuelo a Egipto
la pérdida de Jesús en el templo
el camino de Jesús hacia el Gólgota,
crucifixión,
la deposición de la cruz,
El entierro de Jesús.
Estos son episodios que nos invitan a meditar sobre la participación de María en la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo y que nos dan la fuerza para tomar nuestra cruz sobre nosotros.

Las promesas y gracias a los devotos de Nuestra Señora de los Dolores.

En sus revelaciones aprobadas por la Iglesia, Santa Brígida declara que Nuestra Señora prometió otorgar siete gracias a quienes recitan siete Avemarías todos los días en honor a sus principales "siete penas", meditando sobre ellas. Estas son las promesas:

Traeré paz a sus familias.
Serán iluminados en los misterios divinos.
Los consolaré en sus sufrimientos y los acompañaré en sus labores.
Les daré todo lo que me pidan, a condición de que no se oponga a la adorable Voluntad de mi Divino Hijo y la santificación de sus almas.
Los defenderé en batallas espirituales contra el enemigo infernal y los protegeré en todos los instantes de la vida.
Los asistiré visiblemente en el momento de la muerte.
He obtenido de Mi Hijo que aquellos que propagan esta devoción (a mis Lágrimas y Dolores) son transferidos directamente de esta vida terrenal a la felicidad eterna, ya que todos sus pecados serán destruidos y mi Hijo y yo seremos su consuelo y gozo eternos.
San Alfonso María de Liguori dice que Jesús prometió estas gracias a los devotos de Nuestra Señora de los dolores:

Los devotos que invocan a la Madre divina por los méritos de sus dolores obtendrán, antes de la muerte, realizar una verdadera penitencia por todos sus pecados.
Nuestro Señor imprimirá en sus corazones el recuerdo de Su Pasión, dándoles el pemio del Cielo.
Jesucristo los protegerá en todas las tribulaciones, especialmente a la hora de la muerte.
Jesús los dejará en manos de su madre, para que pueda disponer de ellos a su voluntad y obtener todos los favores para ellos.