Las claves para tener una relación íntima con Dios


A medida que los cristianos crecen en madurez espiritual, tenemos hambre de una relación íntima con Dios y Jesús, pero al mismo tiempo, nos sentimos confundidos acerca de cómo proceder.

Las claves para tener una relación íntima con Dios
¿Cómo te acercas a un Dios invisible? ¿Cómo tienes una conversación con alguien que no responde audiblemente?

Nuestra confusión comienza con la palabra "íntimo", que se ha debilitado debido a la obsesión de nuestra cultura con el sexo. La esencia de una relación íntima, especialmente con Dios, requiere compartir.

Dios ya se ha compartido contigo a través de Jesús
Los evangelios son libros notables. Aunque no son biografías exhaustivas de Jesús de Nazaret, sí nos dan un retrato convincente de él. Si lees estos cuatro informes cuidadosamente, saldrás sabiendo los secretos de su corazón.

Mientras más estudies los escritos de y sobre los cuatro apóstoles Mateo, Marcos, Lucas y Juan, comprenderás mejor a Jesús, quien es Dios que nos reveló en la carne. Cuando medites en sus parábolas, descubrirás el amor, la compasión y la ternura que fluyen de él. Cuando leyó hace miles de años acerca de la curación de Jesús, comienza a comprender que nuestro Dios viviente puede alcanzar el cielo y tocar su vida hoy. Al leer la Palabra de Dios, su relación con Jesús comienza a adquirir un significado nuevo y más profundo.

Jesús reveló sus emociones. Se enojó por la injusticia, mostró preocupación por la multitud hambrienta de sus seguidores y lloró cuando murió su amigo Lázaro. Pero lo más importante es cómo usted, personalmente, puede hacer suyo este conocimiento de Jesús. Él quiere que usted sepa sobre él.

Lo que diferencia a la Biblia de otros libros es que, a través de ella, Dios habla a las personas. El Espíritu Santo explica la escritura para que se convierta en una carta de amor escrita específicamente para ti. Cuanto más deseas una relación con Dios, más personal se vuelve esa carta.

Dios quiere compartirte
Cuando eres íntimo con alguien más, confías en él lo suficiente como para compartir tus secretos. Como Dios, Jesús ya sabe todo sobre ti de todos modos, pero cuando eliges decirle lo que está oculto en lo profundo de ti, demuestra que confías en él.

La confianza es difícil. Probablemente has sido traicionado por otras personas, y cuando sucedió, tal vez juraste que nunca volverías a abrir. Pero Jesús te amaba y confiaba en ti primero. Él dio su vida por ti. Ese sacrificio le valió la confianza.

Muchos de nuestros secretos son tristes. Duele levantarlos nuevamente y dárselos a Jesús, pero este es el camino de la intimidad. Si quieres la relación más cercana con Dios, debes arriesgarte a abrir tu corazón. No hay otra manera.

Cuando compartes una relación con Jesús, cuando a menudo hablas con él y sales con fe, él te recompensará dándote más de sí mismo. Salir requiere valor y tiempo. Restringidos por nuestros miedos, solo podemos ir más allá a través del estímulo del Espíritu Santo.

Dale tiempo para crecer
Al principio, es posible que no note ninguna diferencia en su conexión con Jesús, pero durante semanas y meses los versículos de la Biblia tendrán un nuevo significado para usted. El vínculo se hará más fuerte. En pequeñas dosis, la vida tendrá más sentido. Gradualmente sentirás que Jesús está allí, escuchando tus oraciones, respondiendo a través de las Escrituras y sugerencias en tu corazón. Te llegará la certeza de que algo maravilloso está sucediendo.

Dios nunca rechaza a nadie buscándolo. Él te dará toda la ayuda que necesitas para construir una relación intensa e íntima con él.

Más allá de compartir por diversión
Cuando dos personas están cerca, no necesitan palabras. Los esposos y las esposas, así como los mejores amigos, conocen el placer de simplemente estar juntos. Pueden disfrutar de la compañía del otro, incluso en silencio.

Puede parecer blasfemo que podamos disfrutar a Jesús, pero el viejo catecismo de Westminster afirma que es parte del significado de la vida:

P. ¿Cuál es el jefe principal del hombre?
A. El propósito principal del hombre es glorificar a Dios y disfrutarlo para siempre.
Glorificamos a Dios amándolo y sirviéndole, y podemos hacerlo mejor cuando tenemos una relación íntima con Jesucristo, su Hijo. Como miembro adoptivo de esta familia, usted tiene derecho a disfrutar también de su Padre Dios y su Salvador.

Estabas destinado a la intimidad con Dios a través de Jesucristo. Es tu llamada más importante ahora y por toda la eternidad.