Las siete ofrendas a la Sangre de Jesucristo para pedir una gracia

1. Padre Eterno, te ofrecemos la Sangre más preciosa que Jesús derramó en la cruz y ofrece todos los días en el sacrificio eucarístico, para la gloria de tu santo nombre, para el advenimiento de tu reino y para la salvación de todas las almas. Gloria…

Sé siempre bendecido y agradeció a Jesús, quien nos salvó con su Sangre.

2. Padre Eterno, te ofrecemos la Sangre más preciosa que Jesús derramó en la cruz y ofrece todos los días en el sacrificio eucarístico, por la Santa Iglesia: por el Sumo Pontífice, los Obispos, los Sacerdotes, los Misioneros, las personas consagradas y todos los fieles. del pueblo de Dios. Gloria ...

Sé siempre bendecido y agradeció a Jesús, quien nos salvó con su Sangre.

3. Padre Eterno, te ofrecemos la Sangre más preciosa que Jesús derramó en la cruz y ofrece todos los días en el sacrificio eucarístico, por la conversión de los pecadores, por la adhesión amorosa a tu palabra y por la unidad de todos los cristianos. Gloria…

Sé siempre bendecido y agradeció a Jesús, quien nos salvó con su Sangre.

4. Padre Eterno, te ofrecemos la Sangre más preciosa que Jesús derramó en la cruz y ofrece todos los días en el sacrificio eucarístico, por la autoridad civil, por la moral pública, por la paz y la justicia entre los pueblos. Gloria…

Sé siempre bendecido y agradeció a Jesús, quien nos salvó con su Sangre.

5. Padre Eterno, te ofrecemos la Sangre más preciosa que Jesús derramó en la cruz y todos los días ofrece en el sacrificio eucarístico, para la consagración del trabajo y el dolor, para los pobres, los enfermos, los atribulados y para todos los que confían en nuestras oraciones. . Gloria…

Sé siempre bendecido y agradeció a Jesús, quien nos salvó con su Sangre.

6. Padre Eterno, te ofrecemos la Sangre más preciosa que Jesús derramó en la cruz y ofrece todos los días en el sacrificio eucarístico, para nuestras necesidades espirituales y temporales, para los familiares, benefactores y nuestros propios enemigos. Gloria…

Sé siempre bendecido y agradeció a Jesús, quien nos salvó con su Sangre.

7. Padre Eterno, te ofrecemos la Sangre más preciosa que Jesús derramó en la cruz y ofrece todos los días en el sacrificio eucarístico, por aquellos que hoy pasarán a otra vida, por las Almas del purgatorio y por su eterna unión con Cristo en la gloria. Gloria…

Sé siempre bendecido y agradeció a Jesús, quien nos salvó con su Sangre.